Caixabank desliga seguir fuera de Cataluña de la seguridad jurídica

El consejo de administración de Caixabank ni siquiera plantea un posible retorno de la sede social a Cataluña, tras la marcha a finales de 2017 como consecuencia de la deriva del procés, pese a lo que el presidente del banco, José Ignacio Goirigolzarri, asegura que la decisión no tiene nada que ver con cuestiones de seguridad jurídica. 

“Cuando acordamos la fusión entre Caixabank y Bankia, las dos entidades tenían su sede en Valencia y asumimos el compromiso de seguir ahí”, ha recordado el ejecutivo para justificar por qué no se contempla un traslado, al menos a corto o medio plazo. 

Los hechos de 2017

Precisamente, el hecho de que en el momento de la fusión Caixabank se hubiera trasladado a la capital del Turia sí se relacionó con razones de seguridad jurídica después de que acontecimientos como la aprobación en el Parlament de las llamadas leyes de desconexión, la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre y la posterior declaración unilateral de independencia fallida provocaran la intervención de la Comunidad Autónoma por parte del Gobierno a través de la aplicación del artículo 155 de la Constitución. 

Tiempos, eso sí, en los que Gorigolzarri no formaba parte aún de la entidad, toda vez que por entonces aún restaban tres años para que se acordara la fusión con Bankia, la entidad que presidía. 

Impacto del impuesto

El presidente de la entidad se ha pronunciado así en la presentación ante la prensa de los resultados de 2022, que han arrojado un incremento del beneficio neto del 29,7%, hasta 3.145 millones.

Un registro que será complicado mejorar en 2023 debido a circunstancias como el frenazo del crecimiento económico y también al pago del impuesto a la banca, cuya cuantía Caixabank estima en 400 millones de euros en su caso, casi el 13% del resultado del pasado año.

Análisis jurídico

Al respecto de la nueva figura fiscal, que tanta polémica ha generado en el sector, Goirigolzarri ha explicado que el banco está analizando la situación con su equipo jurídico y que corresponderá al consejo tomar una decisión al respecto. Otras entidades financieras, como Bankinter, han confirmado que acudirán a la Justicia para recurrir la medida, que consideran injustificada. 

En este sentido, el presidente de Caixabank ha salido al paso de los comentarios de determinados miembros del Gobierno que han cargado contra los beneficios de la banca por considerarlos desproporcionados.

Por debajo del coste de capital

“Corremos el riesgo de que los resultados sean malinterpretados si no los explicamos bien”, ha admitido el ejecutivo, que ha recordado que, pese a las voluminosas cifras que se recogen en el balance de la entidad, ésta no es capaz aun de superar el coste del capital.

“Venimos de una larga etapa de tipos negativos y aún cotizamos por debajo del valor en libros. Para la economía, la fortaleza del sector financiero es muy importante porque es el encargado de financiar a las empresas y a las familias”, ha explicado Goirigolzarri, que también ha recordado que “si la banca no pudo sostener a las familias en la anterior crisis fue porque estaba muy débil”.

Amenazas para 2023

Aunque no es el caso de estos últimos años, el consejero delegado del banco, Gonzalo Gortázar, ha augurado que 2023 será un año complejo debido a una serie de “amenazas”, entre las que destaca el frenazo del crecimiento que esperan todos los expertos. 

Gortázar ha desvelado que la previsión que maneja el servicio de estudios de Caixabank apunta a un crecimiento del PIB del 1,3% en 2023, frente al 5,5% en que estiman que ha evolucionado la economía española en 2022 (un dato que coincide con el cálculo inicial publicado por el INE hace una semana).

Menos crédito y más mora

“Esto va a suponer un descenso de la actividad crediticia y un incremento de la morosidad, lo que supone un desafío para que podamos alcanzar los objetivos marcados en el plan estratégico”, ha recalcado Gortázar.

Las previsiones de Caixabank pasan por un incremento de los costes de entre el 5% y el 6,5% y una subida de la tasa de impagados que oscilará entre 25 y 40 puntos básicos. El banco cerró 2022 con un mínimo histórico del 2,7%.

Polémica hipotecaria

En lo que respecta a la propuesta del tope a las hipotecas que llega desde la parte de Unidas Podemos del Gobierno, Goirigolzarri ha recordado el acuerdo alcanzado con el Ejecutivo por parte del sector para la adopción de un nuevo código de buenas prácticas, a raíz de la abrupta subida de las cuotas por al alza de los tipos. 

Además, asegura que “por ahora no tenemos incrementos de morosidad ni problemas en los pagos a 90 días”, por lo que no considera necesaria medidas adicionales y ha alertado sobre el peligro de introducir modificaciones “en un sistema como el hipotecario, que funciona muy bien en España pero que es muy delicado, con lo que debemos ser especialmente cuidadosos”.