Linde ha abierto unas nuevas oficinas en Barcelona. La compañía de gas alemana, que mantiene un enfrentamiento abierto con el Kremlin, se ha trasladado al número 89 de la calle Balmes de la capital catalana, a la vuelta de la esquina de Souvenir, uno de los pocos restaurantes rusos en la ciudad.
Tras una operación asesorada por la inmobiliaria Forcadell, la empresa germana ocupa un espacio de 600 metros cuadrados en la quinta planta de edificio, que acaba de ser rehabilitado. En la sexta, los trabajadores pueden disfrutar de una zona común con cafetería y salas de reunión. Linde, que cuenta con una división de salud en España, se ha fijado en este espacio por su reducido consumo energético tras la reforma.
Contencioso en Rusia
La multinacional es la principal compañía de gas industrial en Rusia, pero mantiene un choque con el país euroasiático desde el inicio de la guerra de Ucrania. La firma anunció que se retiraría del mercado eslavo aunque mantendría el suministro de gases esenciales como el de uso médico.
También suspendió, tras las sanciones europeas, un proyecto conjunto con Gazprom para erigir un macrocomplejo gasístico en el Báltico, lo que provocó que la justicia rusa congelase 500 millones de dólares (455 millones de euros) de la empresa alemana. Linde se ha centrado ahora en otros mercados como Estados Unidos, donde ampliará su planta de producción de hidrógeno verde en California.