Forcadell prevé una "recesión" inmobiliaria en 2023

Forcadell alerta de que "en 2023, el mercado caerá en recesión". Tras las extraordinarias cifras de este año, la subida de los tipos tipos de interés ha hecho sufrir al inmobiliario, que según el último informe del grupo de gestión y de la UB, registrará una menor actividad en los próximos meses, sobre todo en la compraventa de viviendas.

El profesor de la UB Gonzalo Bernardos, director del estudio, ha explicado en la presentación que 2022 ha marcado un "récord hisórico" de transacciones de casas y pisos de segunda mano. La buena marcha del sector se ha visto impulsada por un precio del dinero extremadamente barato y por la "guerra hipotecaria entre entidades bancarias que se recrudece en el segundo semestre de 2022".

Gonzalo Bernardos.

La demanda cae un 30%

"El mercado empieza a darse la vuelta en octubre y noviembre", ha señalado Bernardos, que ha detallado que, en las agencias inmobiliarias, se está "reduciendo el número de interesados entre un 20 y 40 por ciento". "Algunas agencias pequeñas lo van a pasar muy mal y a algunas no les quedará más remedio que coger una franquicia y desaparecer", ha alertado el economista, que prevé un impacto desigual en el sector.

Para el especialista, está claro que "el año que viene será ostensiblemente peor que en 2022", ya que "los tipos de interés empiezan a hacer daño". Bernardos ha definido la situación no como una burbuja especulativa, sino como una "breve recesión", que de todos modos va a generar un problema de "sobreoferta" , con una caída de precios de hasta un 6,5% y un 15% menos de transacciones.

Edificio en construcción de una promoción inmobiliaria / EFE

La obra nueva se encarece

Sin embargo, esta bajada de precios solo se observará en el mercado de segunda mano. El valor de la obra nueva "subirá un 5%" por la "falta oferta" y porque, a pesar de que el mercado sufra una caída, en muchas promociones "el precio ya se ha pactado".

De hecho, en 2022 se ha vendido un 95% de los pisos de nueva construcción. Las promotoras ya han colocado un 50% de las viviendas que terminarán el año que viene y algunas incluso el 40% de las de 2024.