Tres desaires en menos de cuatro meses. Las patronales sanitarias catalanas han perdido su influencia en la Consejería de Salud de la Generalitat, sumando tres reveses del conseller Manel Balcells (ERC) en apenas un trimestre, el último de ellos el quedar apartadas de la negociación de resolución de la huelga de médicos en Cataluña. Pero es que hay más.
Lo explican fuentes del sector sanitario, que aseguran que la Unió Catalana d'Hospitals (UCH), Associació Catalana d'Entitats de Salut (Aces) y el Consorci de Salut i Social de Catalunya (CSSC) están perdiendo influencia con el nuevo equipo de Balcells, que fue nombrado el pasado octubre. El último ejemplo está siendo el paro de médicos, cuya negociación es bilateral entre Salud y el sindicato Metges de Catalunya. Las patronales no participan, ha detallado este medio.
La fotografía del convenio Siscat
Hay un precedente inmediato. El 29 de diciembre, el propio Balcells firmó un preacuerdo con patronales y los sindicatos CCOO y UGT para renovar el convenio del Siscat, la sanidad concertada. Con ello, se desbloqueaba un largo conflicto. Eso sí, en la escenificación del pacto en la sede del departamento en Barcelona, el titular de la consejería exigió ser él quien presentara la entente.
La fotografía que ilustra este artículo lo dice todo. Flanquean al conseller Balcells Roser Fernández, directora general de la UCH, y José Augusto García, CEO del Consorci de Salut. Sus rostros de circunstancias hablan por sí solos, pues no entienden por qué es Salud quien presenta el acuerdo. Esa foto, dicen las fuentes consultadas, dinamitó la poca confianza que existía entre el gabinete del consejero y las patronales.
La mesa por la armonización
Sin solución de continuidad, los patronos acumularon más golpes. Menos de 15 días después de haberle hurtado a UCH, Aces y CSSC el micrófono en la presentación del preacuerdo del nuevo convenio, se constituyó la mesa por la armonización. El ente busca "tender" a equiparar las condiciones entre los empleados del Instituto Catalán de Salud (ICS) y el Siscat, la sanidad concertada.
Pues bien, voces del sector sanitario explican que esta mesa, por bien que "pactada", ha sido leída como una afrenta a los hospitales y clínicas que quedan fuera del ICS. "No gusta nada a las patronales. Porque ven venir que tendrán que poner ellos el dinero que salga de las mejoras pactadas para equiparar. Y los fondos no se multiplican, son los que hay", agregan las mismas voces.
Balcells, "presidencialista"
Fuentes directivas consultadas por este medio han asegurado que la estrategia del conseller de orillar a la parte empresarial "no es casualidad", sino que responde "a su carácter de querer figurar". Estas voces sostienen que el también médico "lleva largo tiempo queriendo ser el titular de Salud y ahora que tiene ese cargo quiere lucirlo".
Desde la alta dirección sanitaria recuerdan que "por mucho que pacte Balcells con los sindicatos, quien al final paga la factura son los dispositivos sanitarios", por lo que "no tiene sentido" excluirlos de las negociaciones.
Sindicatos: "Queremos negociar directamente con Salud"
Por el contrario, el nuevo estilo presidencialista del consejero de Salud gusta a los sindicatos. Porque les concede un protagonismo inesperado. Fuentes de UGT recuerdan que "llevan tiempo reclamando al Govern poder negociar directamente los convenios de la sanidad concertada con Salud, pues es quien pone el dinero". Desde la parte social aseguran que las patronales "son meras intermediarias del gasto", por lo que exigen "poder sentarse con el CatSalut directamente", máxime ante las dificultades para lograr el último preacuerdo.
Desde la agrupación sí hacen un matiz: el acuerdo de salida de huelga que logre la consejería con Metges de Catalunya "tendrá que validarse en las mesas de convenio pertinentes", esto es, con las patronales y los sindicatos. Es así, sostienen, porque "los médicos han tratado históricamente de lograr un convenio franja --limitado a su categoría profesional--", y temen que "esta huelga desbloquee esa demanda". Desde UGT ponen reparos a esta solución porque "el presupuesto es uno, y si le das a uno, le quitas al otro. La negociación debe ser unitaria".