La Copa América de vela de 2024 en Barcelona ha pedido auxilio a la banca ante el bloqueo de la Generalitat de Cataluña. La organización de la carrera de regatas ha acudido al sector financiero para pagar gastos porque el Govern no puede aportar los cerca de 30 millones de euros que prometió por tener para aprobación de los presupuestos del próximo año detenidos a la espera de encontrar apoyos.
Lo explican fuentes conocedoras de los entresijos de la organización de la competición deportiva, que "ha tenido que acudir a los bancos para pedir financiación porque no puede esperar a los ritmos de las Administraciones públicas". Sobre todo de una, la Generalitat, que tenía que aportar cerca de 30 millones y no lo ha podido hacer al no tener cuentas del año 2023. "Y la Copa América ya tiene gastos que pagar. Es un evento caro y necesita financiación".
Compromiso de devolución
Eso sí, desde el Govern se habrían comprometido a devolver la financiación tomada a préstamos con la banca. Y con los intereses incluidos. "Se recuerda a los organizadores que no habrá problema de devolución, por cuanto la Copa América es una competición solvente cuyo impacto económico será importante", explican los directivos consultados.
El hecho de haberse visto obligados a buscar líneas de préstamo, no obstante, supone un cierto elemento de inquietud para el Emirates Team New Zealand, equipo defensor del título y también organizador. "Más que no confiar en las Administraciones, que sí que lo hacen, se extrañan del ritmo de trabajo de éstas con un evento que beneficiará a Barcelona, Cataluña y el conjunto de España", precisan.
Copa: "Excelentes relaciones"
Preguntado por la cuestión, un portavoz de la organización de la Copa América ha indicado que no podía aportar detalles sobre la financiación del macroevento deportivo.
Eso sí, desde el equipo que arma la competición enfatizan en que ésta "será solvente" y que las relaciones con todas las administraciones "son excelentes". Lo equiparan al "esfuerzo preolímpico de 1992", que posibilitó la celebración de los Juegos de Barcelona.
Agendas diferentes
Sea como fuere, lo cierto es que la iniciativa privada y los ritmos de las administraciones que deben ayudar a que se celebre no son siempre coincidentes. Como lo atestigua el hecho de que Barcelona en Comú, partido de la alcaldesa Ada Colau, demoró hasta el último minuto la firma del convenio con los organizadores. O que la propia primera edil estudiara plantar el acto de presentación y solo confirmara su presencia en el último momento cuando supo que el responsable económico y teniente de alcalde del PSC, Jaume Collboni, sí acudiría.
A estas asincronías entre sector privado --que fue el que trajo la Copa gracias al lobi Barcelona Global-- y el sector público se le unen otras: la voluntad de otros operadores privados de depredar en el mayúsculo impacto económico. Como detalló Crónica Global, ya se descartó la participación en bloque del Clúser Náutico, que intentó posicionarse, por falta de aportación de valor. O la posibilidad de que el Nàutic de Vilassar de Mar, del que es miembro el expresident Artur Mas, fuera subsede pese a su obcecación.
A garrotazos por la zona vip
El ejemplo más palmario de esa pugna por morder en el pastel de la Copa América es, no obstante, su zona vip. El CEO de la competición, Grant Dalton, a la sazón capitán del Emirates, quiere situarla en la plaza del Mar, a pie del barrio de la Barceloneta y sobre la zona de pantallas y participación ciudadana. Pero le ha salido un pretendiente que busca mover la hospitality de los ricos y famosos.
Es el Club Natació (CN) Barcelona, que quiere llevarse el área reservada con precios que arrancan en los 600 euros a la terraza del club. Con ello se inyectaría negocio en las maltrechas arcas, creen, y se ayudaría a completar el proyecto de beach club frente a la playa. Quizá lo más relevante es que el CN Barcelona lo argumenta con la idea de que la zona vip y su montaje "serán víctimas de la inseguridad junto a un barrio complicado como es la Barceloneta". Se trata de un argumento que ha sublevado a los vecinos del antiguo barrio marinero.
70 millones públicos
En cualquier caso, la financiación de la carrera ya está comprometida. La Generalitat de Cataluña aseguró que daría 30 millones, por otros 30 millones la Administración central. El Ayuntamiento de Barcelona, a su vez, aportará otros 10 millones "como máximo", confirmaron los representantes municipales cuando se presentó el trofeo. Globalmente, se prevé la inyección de 70 millones de euros públicos más la remodelación de ciertas partes del Puerto autónomo y muelles autonómicos --como el Port Olímpic-- por parte de la Autoridad Portuaria, ahora presidida por Lluís Salvadó, de ERC.
Con este dinero del erario se espera que el evento genere una riqueza para la Ciudad Condal que se estima en unos 1.000 millones de euros por cuanto habrá intangibles --la proyección de la urbe durante meses en televisiones de todo el mundo-- y gratificación tangible en forma de turismo, gasto de los equipos, aceleración de obras y reputación del destino.