El consumo eléctrico sufre un desplome del 11% al inicio de la bajada de temperaturas

Desde mediados de noviembre, cuando comenzaron a dejarse sentir los primeros síntomas de la cercanía del invierno, la demanda en el sistema peninsular se ha cifrado en 11.816 gigawatios/hora (GW/h), que contrastan de forma significativa con los 13.264 GW/h. registrados en los mismos días del pasado ejercicio.

Medidas de ahorro 

Aun más sorprendente es el hecho de que el consumo ni siquiera ha alcanzado los números que se dieron en 2020, el año de la irrupción de la pandemia del coronavirus, cuando a esas alturas del año aun estaban vigentes diversas restricciones tanto relacionadas con la movilidad como con la actividad económica. 

Como factor diferencial podría apuntarse el efecto de las medidas de ahorro energético que el Gobierno aprobó el pasado verano, mediante real decreto, como consecuencia de las posible restricciones que pudieran darse en el mercado derivadas de la guerra en Ucrania. Sin embargo, el descenso tan brusco que se ha dado en los últimos días no guarda proporción alguna con el recorte que ha generado esta decisión política. 

Efecto duplicado

De hecho, desde que entró en vigor el citado real decreto, a comienzos del pasado mes de agosto, la demanda de electricidad ha sufrido un descenso del 5,2% en relación con la registrada en el mismo periodo de 2021. Es decir, que la bajada de las temperaturas ha traído consigo una caída del consumo de electricidad que más que duplica la relacionada con las medidas de ahorro. 

Se trata del célebre decreto que introduce elementos novedosos como el apagado de las luces de escaparates y monumentos a partir de las 22 horas e incide en la regulación de las temperaturas máximas y mínimas en los centros de trabajo y establecimientos públicos, lo que ocasionó polémica y cierta confusión debido a la existencia de normativas anteriores.

Consumo de electricidad / EP

Paradoja

En las últimas semanas del año es habitual una subida del consumo de electricidad, asociada a factores como la bajada de las temperaturas, la disminución de las horas de sol, el incremento de la movilidad y otros como una mayor iluminación en las calles como consecuencia de la proximidad de las fiestas navideñas. 

No obstante, en este caso las medidas de ahorro citadas se combinan con un entorno más que complicado en los precios de la electricidad, que ya se dio el pasado ejercicio pero que se ha visto agravado por el conflicto bélico en Ucrania.

Tensión de precios

En este sentido, el límite al precio del gas para la generación de electricidad que lograron los gobiernos de España y Portugal ha propiciado un coste más moderado pero que no ha evitado que el precio en el mercado mayorista siga disparado, notablemente por encima de los 100 euros por megawatio/hora (MW/h), lo que ha derivado en un ajuste en el consumo por parte de las familias. 

En los últimos doce meses, la demanda en el sistema peninsular acumula un descenso del 2,4%, atribuible en buena medida a las medidas de ahorro y también a un ajuste por el avance de las medidas de eficiencia.