Los bares se digitalizan para hacer frente a la inflación

Muchos establecimientos han abrazado medidas como la automatización de procesos administrativos o incluso el cobro a los clientes, que consumen tiempo a los camareros. También se extienden las aplicaciones que permiten pedir a través del móvil con un código QR, el mismo mecanismo que sirve desde la pandemia para consultar el menú sin necesidad de una carta física.

Un restaurante con códigos QR para consultar la carta digital / EP

Menos horas y más dígitos

La implantación de soluciones tecnológicas como los códigos QR han logrado incrementar la facturación de muchos locales. Al liberar a los camareros de estas tareas, pueden centrarse en atender a más mesas, compensando la subida de los costes con unos mayores ingresos en caja.

Un código QR para consultar la carta digital en un restaurante / EP

Iván Nikolic, cofundador de Last.app, señala que cada vez recibe más peticiones de restaurantes interesados en sistemas de gestión de stock e integración de la facturación. Los costes se han triplicado para muchos negocios, que optan por "acotar un poco horarios", así como "optimizar tiempo" a través de "automatizaciones".

Un usuario escanea un código QR, una herramienta digital cada vez más presente en cualquier restaurante / EP

Más propinas

La empresa también ha desplegado entre los establecimientos sistemas TPV que, además de cobrar a los clientes presenciales, permiten integrar los pedidos de plataformas de entrega a domicilio como Uber o Glovo. Otro servicio que tiene mucha demanda es el de los códigos QR para consultar la carta, y pedir directamente desde el móvil añadiendo platos al carrito y pagando con tarjeta desde el mismo dispositivo, por lo que la firma está invirtiendo en desarrollar soluciones de pagos digitales.

El equipo de Yumminn, empresa que permite a cualquier restaurante implantar una carta digital o códigos QR / EP

Otra compañía en la que se apoyan los restaurantes es Yumminn, cuyo consejero delegado, Christian Campillo, asegura que gracias al pago con QR, "el cliente no tiene que esperar a que le traigan la cuenta, ahorrando tiempo y malestar". También es una forma sencilla de "dividir entre amigos" las cuentas de los grupos de comensales e incrementa además las propinas entre un 50 y un 60%, ya que da la opción de tener este gesto con los trabajadores que últimamente se ha perdido por el uso mayoritario de las tarjetas de crédito.

Un código QR para consultar la carta digital en un restaurante / EP

La modernización y el mayor usos de las tecnologías por parte de los abres libera tiempo a los camareros, que "van de bólido" por la escasez de mano de obra que padece el sector. Asimismo, la startup catalana ha lanzado una prueba para que los clientes puedan pagar con Bizum, lo que permite que los grupos puedan dividirse la cuenta de forma más rápida y sencilla.