Foment ha vuelto a arremeter con dureza contra la gestión de la alcaldesa de Barcelona. El presidente de la patronal, Josep Sánchez Llibre, ha denunciado el "fracaso estrepitoso del Ayuntamiento de Barcelona y la señora Ada Colau en la construcción de vivienda" pública, después de alertar, la semana pasada, de los ataques de la munícipe contra la propiedad inmobiliaria privada.
El representante empresarial ha cargado contra la obligación de destinar un 30% de nuevas promociones a vivienda protegida, que solo ha servido para que los constructores huyan de la ciudad y agravar todavía más la crisis de oferta. El sector privado está "a disposición del sector público" para colaborar, pero ha lamentado la "mala regulación" del consistorio, que "no ha contado con la complicidad de los sectores productivos" que tienen la capacidad para construir.
Colau logra seis pisos sociales
Desde que entró en vigor, en 2018, la normativa del 30% de Colau, cuya intención era acelerar la construcción de protección oficial, solo se han promovido 52 pisos de estas características. En lo que va de 2022, los promotores solo han pedido una licencia para edificar que, de ser aprobada, aportará a la ciudad la friolera de seis viviendas sociales.
"El ritmo de producción efectiva ha sido más pequeño", ha señalado Xavier Vilajoana, presidente de la Asociación de Promotores y Constructores (APCE) en Cataluña, en la presentación de un informe sobre vivienda en la sede de la patronal. Ha reprochado al Ayuntamiento de Barcelona su baja eficiencia, que provoca un "desperdicio de recursos públicos".
De compras y sin obras
Un ejemplo de este malogro del dinero de los contribuyentes es la compra de edificios ya existentes para destinarlos a vivienda social, en vez de construir nuevos bloquees para aliviar la situación de escasez y el encarecimiento que comporta. Vilajoana ha indicado que por el precio al que se han adquirido ciertos inmuebles por tanteo y retracto "se podrían haber hecho muchas más viviendas de protección oficial".
"Se ha puesto el foco en la propiedad privada y no en el suelo público", que de haberse aprovechado habría permitido "avanzar mucho más rápidamente", como han hecho otros municipios catalanes. Vilaojoana ha sido implacable: "Los partidos piensan más en las próximas elecciones que en las próximas generaciones", ha sentenciado. Sin embargo, el empresario inmobiliario ha mostrado su "mano tendida" para que el ayuntamiento pueda alcanzar consensos con el sector a la hora de legislar.