Orange defiende su fusión con MásMóvil tras el cambio de guion en Bruselas

Orange ha defendido este martes su fusión con MásMóvil tras el veto a la concentración entre CK Hutchison y O2 por parte de la abogada del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). La postura de la letrada comunitaria suele marcar el sentido de las resoluciones en el alto tribunal, por lo que la operadora naranja ha salido al paso para desmarcar su operación de la venta de la filial de Telefónica al grupo chino.

El consejero delegado de finanzas, rendimiento y desarrollo de Orange, Ramón Fernández, ha desligado la fusión con MásMóvil en España del proceso de revisión judicial del veto a la integración entre CK Hutchison y O2. "Hemos visto cómo va el caso previo en Reino Unido, cualquiera que sea la conclusión de este caso, la situación española es muy distinta", ha remarcado.

En tiempo de espera

Pese a que la operación entre ambas telecos se comunicó oficialmente el pasado julio, desde entonces no se han dado avances relevantes en la transacción. Pero todo apunta a que la posición del regulador será clave tanto para validar el acuerdo como decidir los remedies --cesión parcial o total de algunas líneas de negocio-- que deberán asumir ambas compañías.

Sede del Grupo MásMóvil, ubicada en Madrid / EP

Se espera que la entidad resultante, cuya valoración ascenderá a 18.600 millones de euros, esté presidida por Jean-François Fallacher, actual director general de Orange España, mientras que el consejero delegado será Meinrad Spenger, que ahora ostenta este puesto en MásMóvil.

Diferencias del mercado español

Fernández ha señalado que, a diferencia de en la operación entre la entonces filial de Telefónica y CK Hutchison, MásMóvil no cuenta con una gran red de infraestructuras para aportar a la fusión.

Asimismo, ha insistido en la competencia "extremadamente intensa" del mercado español y en que el TJUE no se ha pronunciado aún sobre la legalidad del veto a la operación de fusión, que se produjo en 2016. La pasada semana, la abogada general Juliane Kokott sugirió que el  tribunal comunitario revisara el caso CK Hutchison-O2 en vez de confirmar la decisión inicial contra la prohibición a la fusión, que era lo que esperaba el sector de las telecomunicaciones.