Los españoles saldrán de la actual crisis con casi la misma renta per cápita que hace 16 años / EFE

Los españoles saldrán de la actual crisis con casi la misma renta per cápita que hace 16 años / EFE

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España, tras las crisis: un 2% más de renta, un 270% más de deuda

Los dos ciclos bajistas en lo que va de siglo frenan en seco el crecimiento de la década anterior y complican el panorama con vistas al viraje de la eurozona en política monetaria

9 octubre, 2022 00:00

Las últimas estimaciones del Banco de España sobre la evolución de la economía española retrasan a 2024 el momento de retomar las cotas de renta alcanzadas antes de la pandemia. Con las predicciones del regulador para 2023, el balance de las dos últimas crisis para los ciudadanos es notablemente desolador.

Mientras que la renta per cápita se incrementará tan solo un 2% desde el inicio de la crisis financiera de la segunda mitad de la década de los 2000 hasta el cierre de 2023, la evolución de la deuda per cápita habrá sido ni más ni menos que del 270% en este periodo de 16 años.

Es decir, que los españoles son ligeramente más ricos que antes de iniciarse la primera crisis del siglo, pero la parte de deuda pública que le corresponde a cada uno se habrá multiplicado por 3,7 veces.

Para establecer una comparativa que ilustre mejor la situación, a finales de 2007, la deuda per cápita representaba algo más de un 34% de la renta por habitante. La proporción se habrá disparado hasta 90 puntos en este periodo de las dos crisis, dado que en 2023 la deuda per cápita equivaldrá a un 124% de la renta.

El azote de la inflación

A este escenario cabe añadirle el del comportamiento de los precios; en este periodo, la inflación ha experimentado un incremento próximo al 40%, lo que hace palpable la pérdida de poder adquisitivo de la población española por efecto tanto del pasado ciclo bajista como de la crisis del Covid-19 y su posterior derivada de los efectos de la abrupta recuperación y de la invasión rusa de Ucrania.

La débil resiliencia mostrada por la economía española a estos dos periodos negativos no ha sido comparable a la de los países de su entorno. Si se toma la referencia de 2021, último año finalizado, y se compara con el año anterior a la crisis financiera (2007), la renta per cápita en España se redujo un 3,6% en este periodo, para situarse en 23.649 euros, según datos del Banco Mundial.

Los más endeudados

Una evolución que contrasta con la del resto de las principales economías de la zona euro, como es el caso de Francia, donde la renta se elevó casi un 5% en este periodo; Países Bajos, con un incremento del 7,2%; y Alemania, con un 12,4%.

Tan solo Italia ha tenido una caída superior en cuanto a renta por habitante entre 2007 y 2021, con un 6,7%. Se da la nada casual circunstancia de que, junto con España y Grecia, es uno de los estados más endeudados de los que comparten el euro.

Castigo por el Covid-19

No obstante, la renta per cápita española se situó al cierre de 2021 aún casi un 17% por debajo de la italiana; una brecha que se amplía al 31,3% en el caso de la francesa; al 38,3% si se compara con la alemana; y al 45,8% en relación con la neerlandesa.

La economía española fue una de las más castigadas el año de la pandemia, con un desplome en su PIB del 11,3%, de acuerdo con las cifras recientemente revisadas por el Instituto Nacional de Estadística, que procedió a actualizar el dato inicial del 10,8%. 

Exceso de optimismo

El Gobierno llegó a pronosticar una recuperación en 2021 por encima del 7%, que incluso podría aproximarse a los dobles dígitos, en función de la rapidez con la que llegaran las primeras partidas de los fondos europeos Next Generation

Sin embargo, el ritmo está siendo notablemente más moderado. También fruto de una reciente actualización del INE, el dato de crecimiento de 2021 fue de 5,5%, medio punto por encima de la estimación inicial.

Reacción de los bancos centrales

Durante 2022, el alza de los precios hasta cotas que no se veían en las últimas cuatro décadas ha obligado a actuar de forma intensa a los bancos centrales, con abruptas alzas de los tipos de interés que van a suponer un cierto lastre para la recuperación, hasta el punto de que los expertos auguran que algunas de las grandes economías occidentales entren en recesión.

De este modo, y pese a un periodo de cierta bonanza entre crisis, bien se podría hablar de una década y media perdida en cuanto a renta, pero que, además, ha contemplado como la deuda relativa se multiplicaba por encima de cuatro. Una realidad que refleja bien la situación especialmente de los jóvenes que comenzaron a acceder al mercado laboral a comienzos de siglo y que se han encontrado con un ciclo de incertidumbre especialmente largo.