África capta cada vez más inversiones internacionales, también en tecnología. El congreso BNEW ha analizado hoy qué sectores tienen más potencial de crecimiento y de captación de capital extranjero, el papel de Marruecos como intermediario de gran parte de las inversiones y el reto pendiente en todo este proceso: la consolidación del capital riesgo para financiar y dinamizar la revolución digital en el continente.
Jalil Slimani, responsable de Desarrollo Corporativo de las Cámaras de Comercio del Mediterráneo, ha explicado que actualmente hay en marcha varias iniciativas de impresión 3D, inteligencia artificial y software de plataformas en África para responder a las necesidades del continente.
Falta capital riesgo
Asimismo, ha valorado que "África tiene menos desafíos de legado tecnológico" en comparación con otras regiones más desarrolladas. Sin embargo, ha señalado que todavía falta un ecosistema y el marco regulatorio necesario para acelerar la digitalización.
En cuanto a las inversiones, Slimani ha lamentado que el capital riesgo invertido internacionalmente en África todavía es limitado y muy concentrado en dos o tres países. Sin embargo, Karim Palmieri, socio de Quadrian Global, ha destacado que tanto los inversores extranjeros como las empresas locales pueden beneficiarse del crecimiento tecnológico del continente.
Con escala en Marruecos
Palmieri ha subrayado las oportunidades de inversión en startups africanas y la puerta que representa Marruecos por los avances de su industria médica y la plataforma que da a las multinacionales para comercializar al resto de África. También ha recordado que en el pasado el país magrebí ha sido un modelo para el resto del continente en la generación de nuevos modelos en varios sectores económicos, algo que se puede replicar en la captación de capital por su alta exposición a los inversores globales.
Hajar Mortaji, responsable de Estrategia de la Agencia de Desarrollo Digital de Marruecos, ha defendido la estrategia económica de su país, que en los últimos años se ha centrado en "consolidar la apertura de la economía al mundo" y hacerla atractiva para las empresas europeas. Mortaji ha indicado que Marruecos actúa como hub tecnológico y de inversiones en el continente y que el objetivo de esta transformación es conseguir una economía digital liderada tanto por startups como por grandes actores tecnológicos.