Barcelona es esta semana el foco de la nueva economía con la celebración de BNEW, pero la revolución tecnológica no es solo cosa de las grandes ciudades. El congreso ha analizado hoy la digitalización del mundo rural y la transformación que está viviendo la agricultura a través de la inteligencia artificial, los robots, el internet de las cosas o los cultivos verticales.

Hadar Ayxandri, responsable de Desarrollo de Negocio de Ebredrone, ha explicado que su empresa es capaz de captar con drones el estado de la tierra y los cultivos para tomar decisiones más precisas. La tecnología también sirve para aplicar fertilizantes y otros productos desde el aire, un putno al que "está costando llegar", aunque ha confiado en que en los próximos años se darán pasos más avanzados.

Robots e IoT

Jesús Pablo González, responsable de Innovación de Eurecat, ha señalado que a través de la robótica y la inteligencia artificial, se puede hacer frente a retos de la agricultura como la falta de personal o la emergencia climática.

Marc Capilla, consejero delegado de Fliwer, ha indicado que su firma crea un sistema inteligente para cuidar a las plantas. Una planta artificial controla la luz, temperatura o humedad de la planta real, una inteligencia artificial recaba datos con el internet de las cosas (IoT) y activa cambios en la iluminación, ventilación y riego, mientras que un certificado blockchain se encarga de verificar todo el proceso.

Agricultura vertical

Marina Palacios, directora general de Agbar Agricultura, ha subrayado que "falta integración de las diferentes tecnologías para facilitar la vida a los agricultores" y que puedan acceder a toda la información desde una misma plataforma También ha recordado "el reto importante" de digitalizar el mundo rural.

Víctor Cantón, consejero delegado de Enkitek, ha destacado el potencial de la agricultura vertical para evitar un "uso indiscriminado de recursos", ya que permite optimizar el agua y nutrientes, y para acercarse a un modelo de consumo más sostenible de kilómetro cero.