La decisión por parte del consejo de administración de Grifols de situar a Steven F. Mayer al frente del timón ejecutivo de la compañía ha tenido una muy buena acogida por parte de los inversores, a tenor del comportamiento de las acciones de la compañía en Wall Street. La farmacéutica ha cerrado la primera sesión de la semana en la plaza neoyorquina con alzas del 4,55%.
Ha sido la primera reacción de los mercados al viraje en la gobernanza de la empresa española, toda vez que la comunicación oficial de la medida, a través de una nota remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se ha realizado una vez que las bolsas europeas estaban ya cerradas.
Hasta un 6,6%
Sin embargo, la actividad en Wall Street estaba plenamente vigente, camino por entonces de la media sesión, y la respuesta ha sido inmediata. En menos de un ahora, los títulos de Grifols han subido algo más de un 6,5%, para alcanzar un máximo intradía de 6,57 dólares.
Posteriormente, las alzas se han moderado tras la media sesión aunque en ningún momento ha dejado de mostrar un tono netamente alcista, para concluir con el citado porcentaje, a un precio de 6,44 dólares, que mantenía en la negociación “fuera de hora” a través de plataformas electrónicas.
Giro estratégico
El cambio supone un giro en el modelo de gobernanza de la compañía, que desde el pasado año contaba con Víctor Grifos Roura como presidente no ejecutivo, y una bicefalia en el puente de mando ejecutivo, con su hermano Ramón y su hijo Víctor Grifols Deu compartiendo el cargo de consejero delegado de forma solidaria.
Ambos se mantendrán en esa posición pero deberán compartir las tareas ejecutivas con el nuevo presidente, que adquiere este carácter, mientras que el ya expresidente abandona el cargo tras dos décadas y pasa a ser consejero dominical, en representación de la familia fundadora, además de presidente de honor, cargo creado e incorporado a los estatutos con ocasión de este movimiento.
Situación financiera delicada
Estas modificaciones trascendentales pretenden dar una vuelta de tuerca a la compañía, que atraviesa una complicada situación desde el punto de vista financiero debido a un elevado endeudamiento para el que no ha terminado de encontrar una solución en los últimos trimestres.
La situación se ha agravado con la llegada de las primeras subidas de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) en su batalla particular para frenar la espiral alcista de la inflación y que podría llevar el precio oficial del dinero al 2,25% o incluso al 2,5% (en previsión del Banco de España) a final de año, cuando se mantenían en el 0% al cierre del primer semestre.
Hundida en bolsa
Un factor que encarecerá la financiación de una deuda cuyo volumen ronda los 9.000 millones de euros, con un apalancamiento medido en términos de ratio deuda/Ebitda en torno a cinco veces.
Grifols ha perdido hace tiempo el favor de los inversores, lo que se refleja en que su cotización se ha hundido cerca de un 47% en lo que va de año y acumula retrocesos aún mayores, muy próximos al 59% en los últimos doce meses.
Rating a la baja
De resultas, las acciones de Grifols han perdido la referencia de los nueve euros y cotizan en sus mínimos de los últimos diez años y medio.
La elevada deuda también le ha hecho ser penalizada por las agencias de rating. S&P procedió recientemente a revisar a la baja su calificación por este motivo.
Experto en operaciones
Una las ventajas que el mercado aprecia en el nombramiento de Mayer es que conoce a la perfección la compañía. No en vano, acumula más de diez años en el consejo de administración, al que llegó a raíz de una de las grandes operaciones corporativas de Grífols, como fue la adquisición de Talecris Biotherapeutics.
Mayer fue uno de los ejecutivos que lideró esa operación desde el lado del fondo Cerberus, que era el propietario de la compañía norteamericana, en cuya adquisición también había participado.
Encontrar el camino
Experto en transacciones corporativas y gran conocedor de la industria de proteínas terapéuticas derivadas del plasma, el principal negocio de Grifols, el desafío inmediato de Mayer será dar pasos en la dirección de recortar deuda, que el mercado estima que pasan por la venta de activos o bien por una potencial ampliación de capital que la empresa ha tratado de ejecutar, aunque sin éxito dado el amplio volumen que precisa.
Hace una semana, Grifols remitió un comunicado a la CNMV para tratar de calmar a los inversores en pleno hundimiento de la acción en el que, entre estimaciones de ingresos y logros para superar el impacto de la pandemia, también se mencionaba el refuerzo en posiciones clave de la empresa. Por encima de los números, todo indica que el mercado va a valorar mejor la llegada a primera línea de personas y, sobre todo, de decisiones.