La industria de la moda sostenible avanza gracias a la innovación tecnológica, aunque con el reto pendiente de llegar a los consumidores y de dejar atrás la soobreproducción del sector. Varias empresas téxtiles y de ecodiseño han analizado en BNEW una transición con mucho camino por delante, tanto por parte de las compañías como de los consumidores.
"Un consumidor tendría que comprar dos prendas al día para que toda la ropa que se produce se venda", ha alertado el diseñador Pablo Erroz. También ha reclamado un plan europeo o internacional para impulsar la moda sostenible y ha advertido de las sanciones que pueden llegar desde Bruselas si no se activa una transformación "que el sector tiene que liderar".
Certificados 'blockchain'
Erroz ha ejemplificado este cambio con la eliminación de las etiquetas por parte de su marca para sustituirlas por pegatinas que permiten trazar el origen del producto. Lo hace con certificados blockchain de sostenibilidad para huir de la "era del greenwashing en la que todo es mentira".
Alba García, co-consejera deleada de Bcome, ha defendido "producir con responsabilidad" y acabar con la "sobreproducción". Asimismo, ha mostrado preocupación porque la industria no ha cosneguido "llegar al consumidor final", por lo que tiene que aprender a explicar su impacto ambiental y utilizar "la tecnología como herramienta".
Llegar al consumidor
Federico Sainz de Robles, consejero delegado de Sepiia, ha subrayado que “hay grandes avances en cuanto a materiales y tecnología” en el laboratorio, que “poco a poco empiezan a llegar al producto final”. Y ha defendido su incorporación no solo para impulsar la sostenibilidad, sino también la calidad del producto, que “se ha ido quedando atrás” en una industria poco digitalizada como la moda, que “tiene por delante un desarrollo muy importante”.
"Tenemos que bajar el consumo y reparar las prendas, reutilizarlas", ha señalado Sainz de Robles, que ve necesario que la "industria secundaria de la moda coja fuerza". Por su parte, David Puyuelo, director de Co&Bri Partners, ha apuntado que "para cambiar la industria" hay dos "vectores de cambio": la regulación y la demanda, protagonizada por el consumidor final.