El presidente francés, Emmanuel Macron, ha cerrado este lunes cualquier posibilidad a la construcción del gasoducto Midcat. El jefe del ejecutivo galo ha afirmado que solo está dispuesto a avalar interconexiones que "tengan sentido", pero ha descartado que el proyecto pirenaico cumpla las condiciones necesarias.
Para Macron no existe "ninguna evidencia ni hoy ni mañana" de la "necesidad" de un nuevo conducto entre Francia y España. Pese a que hace una semana el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, abrió la posibilidad a estudiar esta operación, el presidente del Hexágono ha cerrado con estas declaraciones cualquier atisbo de acuerdo.
Carpetazo de Macron
Macron solo se ha mostrado favorable a "intensificar las conexiones eléctricas entre Francia y España", y ha subrayado que las dos líneas que cruzan actualmente al país vecino --la de Irún y la de Larrau-Calahorra-- solo se usan al 53% de su capacidad. "No comprendo el problema a corto plazo que se intenta resolver. Si estuviéramos al 100 % de la utilización, diría lo contrario", ha precisado.
"No estamos explotando las conexiones existentes y no hay necesidad aumentar la capacidad de conexión con España", ha apostillado. Las declaraciones de Macron se han producido después de una reunión con el canciller alemán, Olaf Scholz.
'No' definitivo
Además, el carpetazo de Macron llega tras el frente común entre España y Alemania para desbloquear una infraestructura que también cuenta con el apoyo de la Comisión Europea, que se ha mostrado dispuesta a financiar la interconexión. Sin embargo, la presión conjunta de la UE y del eje Madrid-Berlín no han servido para rectificar la negativa francesa.
El gasoducto Midcat lleva paralizado desde 2019 por sus elevados costes y no de París a su finalización. Aún quedan por construir 226 kilómetros de tuberías desde Hostalric (Girona) hasta Carcassonne. La conexión podría abastecer al conjunto de continente de ocho bcm (millardos de metros cúbicos) de gas anuales.