Francia rectifica y se abre a la construcción del gasoducto Midcat

La presión conjunta de España y Alemania ha hecho efecto. El gobierno francés se ha abierto por primera vez a la construcción del gasoducto Midcat, la interconexión energética a través de los Pirineos para abastecer de gas natural al centro y norte de Europea.

El ministro de economía galo, Bruno Le Maire, ha afirmado que estudiará las peticiones de "países amigos como Alemania y España". Una declaración lacónica, formulada en el transcurso de un encuentro empresarial en París, pero que marca un cambio de orientación en el país vecino.

Del 'no' al 'quizás'

Hasta ahora, Francia se había mostrado contraria a la infraestructura alegando su elevado coste y su impacto ambienta. Pese al visto bueno de la Comisión Europea, que se había comprometido a cofinanciar el conducto, el gobierno presidido por Emmanuel Macron llevaba dos semanas enrocado en el no.

La espita abierta por Le Maire podría propiciar un proceso de negociación que ayudase a retomar las obras de la interconexión, hasta ahora interrumpidas en la localidad gerundense de Hostalric.

Un proyecto frenado

El proyecto Midcat lleva años paralizado por sus elevados costes, el económico precio del suministro ruso y el no de Francia. Aún quedan por construir 226 kilómetros de tuberías desde Hostalric (Girona) hasta la localidad francesa de Barbaira, cerca de Carcassonne.

En la actualidad, solo dos gasoductos cruzan desde suelo español al otro lado de los Pirineos y suman una capacidad de apenas 8.000 millones de metros cúbicos anuales.