Nuevo giro de guion francés con el gasoducto Midcat. Si el martes pasado el ministro galo de Economía, Bruno Le Maire, abrió la puerta a estudiar el proyecto de interconexión, ayer fuentes del Ministerio de Transición Energética francés volvieron a reafirmar su oposición a la operación.
Tal y como ha avanzado La Vanguardia, las autoridades del país vecino habrían vuelto a reiterar sus principales argumentos contra el conducto: su elevado coste valorado en miles de millones y su calendario de ejecución, que llevaría a finalizar la instalación dentro de varios años.
Argumentos de Francia
Si bien el titular francés de Economía moduló la negativa del país vecino, aunque no comprometió el 'sí' de París, ahora estas fuentes oficiales ratifican la posición inicial del gobierno de Macron.
Estos interlocutores apuntan que aumentar la capacidad de interconexión supondría para Francia un refuero considerable de su red que redundaría en una inversión muy costosa. Además, inciden en que reforzar el transporte de gas no encaja con los planes de transición energética del continente para dejar atrás la dependencia de los combustibles fósiles.
Apoyo de Alemania y la UE
La rectificación sobre la rectificación de Francia llega tras el frente común entre España y Alemania para llevar adelante la operación y al apoyo de la Comisión Europea, que se ha comprometido a cofinanciar la infraestructura energética.
El gasoducto Midcat lleva paralizado desde 2019 a la altura de Hostalric (Girona). En principio, restan por construir 226 kilómetros de tuberías hasta la localidad francesa de Barbaira. La interconexión garantizaría el suministro de 8.000 millones metros cúbicos anuales de gas natural.