Los dueños del hotel Fairmont Juan Carlos I de Barcelona han prometido "reabrir" lo antes posible el resort urbano de cinco estrellas gran lujo que permanece cerrado a cal y canto en pleno auge turístico en la Ciudad Condal. La propiedad del activo, que recae en el portafolio de la familia ben Nasser --parte de la Casa de Saúd, la familia real saudí-- admite el "grave" endeudamiento del alojamiento, aunque transmite un mensaje de esperanza. 

Es lo que dice la propiedad del Fairmont en un mensaje interno al que ha accedido este medio. La comunicación es crucial porque ayer, 1 de julio, acabó la moratoria concursal en España. Cabe recordar que Barcelona Project's SA, la mercantil que actúa de armazón del hotel, está en preconcurso de acreedores desde 2021. En este escenario límite, la nota interna es relevante porque arroja luz a un negocio hotelero y de reuniones que se extiende 25.000 metros cuadrados al pie de la avenida Diagonal. Y da esperanzas a los cerca de 400 trabajadores. 

"Reapertura"

¿Qué dice el comunicado? Reconoce la "grave" situación de "endeudamiento" de la empresa, pero plantea un doble objetivo. Alcanzar un "acuerdo" con los acreedores "en los próximos meses", entente que debería facilitar la "viabilidad" de la compañía y, por ligado a ello, permitir la "reapertura" del resort urbano. 

Antes de que se sustancie este escenario, los dueños informan de que iniciarán las "negociaciones" para la extensión del expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) en el que están sumidos los empleados. La prórroga de la pausa laboral debería ayudar a lograr un pacto con los tenedores de deuda. 

Sin permiso

Preguntadas por la cuestión, fuentes de la parte social han indicado que "desconocen" los pormenores de la hoja de ruta que debe permitir volver a colocar al Fairmont Juan Carlos I en la oferta alojativa de Barcelona. La moratoria concursal en España se levantó ayer, y el hotel está en preconcurso, por lo que tiene números para acabar en insolvencia

Zona del 'hall' del hotel Fairmont Juan Carlos I de Barcelona, que lleva meses cerrado / CG

Máxime, cuando el Ayuntamiento de Barcelona ha rechazado ampliar la cesión demanial de uso de suelo sobre el que reposa el hotel en junio, permiso que caduca en 2039. La Administración local lo justificó por el "desacuerdo" entre acreedores, pero la decisión dejó tocada la viabilidad de un negocio que lleva casi dos años sin facturación alguna. 

Hay un interesado: Tyndaris

Todos los elementos, pues, apuntaban a que Barcelona Project's iría a concurso. Pero la irrupción de un interesado ha cambiado la situación. Lo avanzó Crónica Global, que reveló que el vehículo inversor Tyndaris, que se encuadra en el grupo monegasco Tyrus Capital, "se hará con la deuda del hotel y evitará el concurso".

No es un movimiento harto sorprendente, pues Tyndaris es el segundo acreedor de las obligaciones del Fairmont tras Bankinter, que totalizan unos 100 millones de euros. Ahora, buscaría quedarse con la mayoría del pasivo, hallar un operador y reactivar el negocio. La nota interna a la que ha accedido este medio, y que firma Armando Vila, director financiero del hotel, confirma que hay un horizonte de esperanza para el negocio, por bien que complicado. 

Jamás fue viable

La reactivación del complejo alojativo --hotel, spa, jardín y Palacio de Congresos de Cataluña, que depende del establecimiento-- es compleja porque es una operación que raramente ha cerrado un año en positivo. De los 33 años en operación, apenas ha logrado tres ejercicios con beneficios. Y la propiedad ha inyectado un total de 250 millones en mantenimiento y renovaciones, lo que también lastra los libros. 

Esta situación asusta a muchos inversores. De hecho, Apollo Global Management negoció por el activo en 2021, pero la operación naufragó. Tras ello, entró en escena Tyrus Capital, el mismo vehículo inversor que ahora quiere la deuda. Los interesados bregan con la complicada situación contable del negocio y con el enmarañado escenario de la concesión administrativa. 

Cuatrecasas tutela la operación

La venta y voluntad de reapertura del Fairmont --confirmada por la nota interna-- son una doble operación que ha recaído sobre el bufete de abogados Cuatrecasas, que representa a la propiedad en España. El despacho pilota el doble movimiento, pues la familia ben Nasser no tiene asset manager en España.

La negociación se lleva con cautela, como demuestra el hecho de que este medio preguntó el horizonte inmediato de las conversaciones por el Fairmont al término de la moratoria concursal ayer. No recibió respuesta. Tampoco la plantilla sabe nada, confirmaron fuentes del personal.