Parecía cuestión de tiempo y se ha confirmado. El alza del IPC se ha situado en dos dígitos tras registrar un 10,2% en junio, de acuerdo con la primera estimación del Instituto Nacional de Estadística (INE), publicada este miércoles. La notable subida de elementos como los combustible y determinados alimentos ha llevado a la inflación a cotas inéditas desde abril de 1985.
No obstante, el dato correspondiente a la inflación subyacente, que excluye precisamente los componentes más volátiles del indicador como la energía y los alimentos frescos, también ha registrado una notable subida de seis décimas, que le ha situado en el 5,5%, lo que no sucedía desde el verano de 1993.
Dos meses al alza
En relación con el mes anterior, el IPC ha subido cerca de dos puntos y acumula dos meses consecutivos con notables alzas después de que en abril lograra suavizar el repunte registrado en marzo, cuando la tasa interanual llego al 9,8% al recoger los primeros impactos de la guerra en Ucrania.
El INE considera que la escalada se debe fundamentalmente a la subida de los precios de los carburantes, de los alimentos en general y de las bebidas no alcohólicas.
También ha sido un factor a tener en cuenta el alza detectada en los locales de hostelería, sensiblemente superiores a las del año anterior.
El INE incorpora en el avance de datos del IPC una estimación de la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos), que aumentó en junio seis décimas, hasta el 5,5%, su valor más alto desde agosto de 1993. De este modo, la subyacente se sitúa 4,7 puntos por debajo de la tasa del IPC general