Morabanc ha anunciado una reestructuración de su red comercial tras la compra de la filial de Banco Sabadell en Andorra (BSABanc). Un tijeretazo que afectará de nuevo a la plantilla después de que en el último año se haya reducido la masa laboral en un 10%, pasando de los 445 a los 400 trabajadores. Este recorte se ha hecho a través de jubilaciones o bajas voluntarias de forma natural, según los directivos, y han considerado probable que en los próximos dos años se produzca un ajuste similar.
El banco presidido por Juan María Nin y dirigido por Lluís Alsina ha anunciado que cerrará siete oficinas en Andorra, lo que conllevará un ajuste de personal "pequeño". El grupo de banca privada combinará este procedimiento con la apertura de filiales en las ciudades españolas de Madrid, Valencia y Girona.
'Tijeretazo' en Andorra
La compañía cuenta actualmente con 400 trabajadores --116 de ellos procedentes de la filial del Sabadell-- y un total de 16 oficinas: ocho de Morabanc y otras ocho de BSABanc. El objetivo definitivo pasa por contar con solo nueve en el enclave pirenaico.
Tanto Nin como Alsina han reconocido que la fusión con BSABanc implica un redimensionamiento del grupo por las "redundancias" de oficinas y personal. Ambos han recordado que el propio sector financiero exige la búsqueda de mayor eficiencia y rentabilidad para justificar esta operación.
Diversificación del negocio
Por otro lado, Morabanc ha presentado este jueves en Barcelona su agencia de valores MoraWealth, la tercera filial del banco fuera de Andorra. La entidad prevé crecer un 65% en recursos gestionados a lo largo de este año en la capital catalana hasta alcanzar una cartera de 500 millones de euros.
La compañía ha trasladado también a Barcelona el acuerdo con Goldman Sachs Asset Management (GSAM) firmado en 2018 que permite un servicio de asesoramiento con el banco de inversión estadounidense.