El grupo de moda y belleza Puig ha superado el bache del Covid. Si en 2020 la empresa familiar dirigida por Marc Puig entró en pérdidas por primera vez en su historia, en el último ejercicio ha logrado revertir los malos resultados derivados del impacto de la crisis sanitaria y volver a registrar beneficios.
En 2021, Puig se ha anotado unas ventas de 2.585 millones de euros, un 68% más que el año anterior y un 27% más que antes de la pandemia. Este crecimiento, "superior al previsto inicialmente" según la compañía, se ha traducido en unas ganancias netas de 234 millones, frente a los 72 millones en negativo cosechados en 2020 por la reducción de los encuentros sociales y la contracción del negocio de travel retail --ventas en aeropuertos y medios de transporte--.
Crecimiento en EEUU y Asia
No es el único dato positivo del último ejercicio. "En China triplicamos las ventas y en Estados Unidos, que es el principal mercado de Puig, logramos duplicarlas", ha destacado el primer directivo de la empresa. Por detrás se colocaron España y el resto de mercados europeos, que han recuperado su nivel de actividad pre-Covid pero no han registrado un crecimiento tan significativo.
Por canales, las tiendas físicas todavía suponen el grueso de la facturación (72%), frente a las ventas del comercio electrónico. Esta es una asignatura pendiente que Puig quiere superar en los próximos años para elevar así sus ingresos.
Diversificación del catálogo
La incorporación en junio de 2020 de la firma británica Charlotte Tilbury y el estreno de la división de dermocosmética favorecieron los resultados de 2021. De hecho, la búsqueda de una "cartera más equilibrada" llevó en 2020 a la reestructuración del catálogo del grupo en torno a tres grandes divisiones: Beauty and Fashion --que incorpora las fragancias icónicas de la casa--, Charlotte Tilbury y Derma --área de cuidado de la piel con Apivita, Uriage y la participación al 50% en Isdin--.
"Queremos que el reparto de nuestro pastel se vaya acercando al peso que tienen las categorías en el sector", ha incidido el consejero delegado.
Objetivos en 2025
Puig confía que los resultados de 2021 ayuden a alcanzar una facturación de 3.000 millones de euros en 2022, lo que duplicaría su negocio respecto a 2020. A medio plazo, la compañía aspira a facturar 4.500 millones en 2025. Las turbulencias económicas derivadas de la guerra de Ucrania no se espera que distorsionen estas previsiones: "El mercado del este supone una parte muy pequeña de nuestras ventas", ha afirmado el consejero delegado.
"Los resultados de los primeros meses de 2022 nos indican una continuación de la buena tendencia experimentada a finales de 2021, manteniendo un fuerte crecimiento por encima de los objetivos previstos para este año", ha resaltado la compañía. Por otro lado, Puig no ha entrado en detalles sobre posibles nuevas adquisiciones a corto plazo, aunque ha dejado la puerta abierta a que pueda producirse alguna integración en su hoja de ruta hasta 2025. Al mismo tiempo, ha descartado desinversiones a corto plazo.