El paro de la flota pesquera de Barcelona puede dejar sin existencias de pescado azul a la ciudad y el cinturón metropolitano. Así lo indican los empresarios del sector. Señalan que la huelga convocada para este lunes ha tenido un amplio seguimiento por parte de los pescadores, que intentan mostrar las consecuencias del incremento del precio del carburante. En este sentido, dejan claro que la revalorización les deja sin margen de beneficio, por lo que no les sale a cuenta trabajar.
El secretario de la Cofradía de Pescadores de Barcelona, Javier Carrasco, detalla que de los 14 barcos de cerco registrados solo han salido a faenar “dos o tres” durante toda la jornada. Relata que esto amenaza el suministro de pescado azul, como sardinas o boquerones, que “va a desaparecer” si la protesta se mantiene en el tiempo.
Llenar el depósito cuesta el doble
Además de estos 14 barcos que no han salido a faenar, la Cofradía cuenta con otras tres naves dedicadas a las llamadas artes menores y nueve de arrastre. Estas últimas no trabajan desde hace días por la obligada parada biológica que se aplica en la zona. Se evita de este modo las caputras de pescado joven y se garantiza su reproducción. Es decir, que ninguna especie esté en peligro de extinción
Carrasco indica que la flota de arrastre este año ha parado un poco antes de lo que tenía que hacer por ley por el precio del gasóleo. En declaraciones a Efe, ha indicado que si llenar el depósito costaba unos 600 o 700 euros, ahora puede valer el doble, por lo que no sale a cuenta salir a faenar.
Protesta de transportistas
Los barcos que dependen de la cofradía de Barcelona, la más importante en la provincia junto a las de Arenys de Mar y Vilanova i la Geltrú, dan trabajo a unas 250 personas. No es la única protesta que tiene lugar en la capital catalana este lunes contra el ascenso in crescendo del precio del gasóleo y la gasolina, ya pone en jaque la rentabiidad de muchos negocios. Los transportistas han iniciado una marcha lenta durante la mañana por ambas rondas que ha congregado a unos 370 profesionales.
Estas medidas persiguen que el Gobierno mueva ficha y aplique algún tipo de límite al coste de los carburantes. También se exige reformular el pool eléctrico para que se frene la subida, otra de las consecuencias de la crisis de la guerra de Ucrania y las sanciones a Rusia. Por ahora, el Ejecutivo no ha tomado ninguna decisión al respecto a la espera de los pactos que se tomen a nivel europeo.