La sesión bursátil de este lunes fue una de las máximas exhibiciones de volatilidad que se recuerdan en los últimos tiempos. En la misma jornada, el Ibex 35 llegó a hundirse más de un 5,5% y, horas después, a darse la vuelta por completo y teñir de verde su cotización. De ahí que el balance definitivo, un -0,99%, pueda considerarse casi como una notable victoria.
Como en la mayoría de las jornadas anteriores, el contexto de la guerra en Ucrania dominó el escenario; pero en este caso, el pánico generado al inicio de la sesión por las fuertes alzas del petróleo se tornó en histeria en medio de las amenazas por parte de la comunidad internacional de bloquear toda operación relacionada con materias primas con Rusia.
Crudo en máximos de 14 años
Tras marcar descensos en torno al 3% en los primeros cambios, el Ibex no tardó en extenderlos por encima del 5%, arrastrado por retrocesos prácticamente sin control que afectaron especialmente a la banca y a los valores del sector del turismo y sin que los inversores encontraran refugio en ámbito alguno.
Con el transcurso de las horas, las alzas del crudo, que llegaron a superar el 10% y a poner al barril al borde de los 140 dólares (sus máximos desde 2008), se han ido moderando, un factor que ha devuelto una cierta tranquilidad a la comunidad inversora, la suficiente para apostar con firmeza por los valores de energías renovables.
Imparables Solaria y Siemens Gamesa
Mientras que el financiero no ha sido capaz de remontar, el sector “verde” ha sido la palanca que ha permitido al selectivo español cerrar con mejor tono que otras grandes plazas del Viejo Continente.
Por encima de todos, incluso en los momentos en los que la sangría del Ibex parecía imparable, ha destacado el comportamiento de Solaria, que se ha anotado un 10,64% al cierre de la jornada. Siemens Gamesa le ha acompañado en ese camino triunfal a través de territorio comanche, con avances del 7,71%.
Repsol, entre dos mares
Por su parte, Acciona también ha sido capaz de sacar partido a que los inversores se hayan fijado en las energías limpias como tabla de salvación en mitad de la fuerte corriente generada por la incertidumbre del conflicto bélico, cuyas perspectivas de prolongarse en el tiempo comienza a multiplicar las alarmas.
La compañía controlada por la familia Entrecanales ha cerrado con subidas superiores al 4%, un comportamiento muy similar al mostrado por Repsol, cuya cartera cada vez es más verde pero que aún se mantiene como un exponente de la industria de los combustibles fósiles, cuyas subidas contribuyen a engordar la cuenta de resultados.
Banca, pesado lastre
Con avances superiores al 3%, Iberdrola ha sido la que mejor comportamiento ha mostrado entre las mayores compañías del sector, beneficiada también por su mayoritaria exposición a renovables. No obstante, Naturgy y Endesa también han sido capaces de concluir una jornada tan complicada en números verdes.
Pese a todo esto, el Ibex no ha podido con el pesado lastre de un sector financiero muy condicionado por los negros augurios que las hostilidades bélicas del ejército ruso arrojan sobre el ritmo de la recuperación económica. Y también sobre un escenario inflacionista prolongado que ya incluso antes del inicio de la invasión de Ucrania era considerado por la banca como uno de los desafíos a afrontar en 2022.
Se esfuman los avances de 2022
Así, los descensos del selectivo han sido liderados por Banco Sabadell (-6,95%) y BBVA (-6,54%). El primero se ha dejado por el camino la práctica totalidad de la revalorización que llegó a acumular desde que se inició el año, que superó en algunos momentos el 50%.
La entidad fue una de las que el mercado consideró como más beneficiadas por una posible subida de los tipos de interés en la eurozona antes de lo previsto, una opción que pierde fuerza a velocidad exponencial conforme pasan los días sin que llegue un alto el fuego definitivo.
La maldición turca
Por su parte, BBVA sigue penalizado por su exposición a la maltrecha economía turca, a la que el entorno bélico puede terminar por condenar a los infiernos, como prueba el hecho de que su prima de riesgo ya se encamina con firmeza hacia los 2.600 puntos básicos.
Bankinter ha concluido con descensos del 5%, mientras que Santander y Caixabank no han podido evitar retrocesos superiores al 3% pese a que siempre han mantenido el mejor tono del sector durante la sesión.
Inditex prolonga el calvario
Junto a la banca, la otra protagonista negativa de la jornada ha sido Inditex, presionada por su anuncio de cese temporal de actividad en Rusia, una de sus grandes apuestas en el exterior; no obstante, ha sido capaz de moderar sus caídas hasta el entorno del 2,5% cuando ha llegado a dejarse cerca de un 8%.
Condicionadas por las alzas del crudo y los problemas que eso añade al ya de por sí camino de recuperación de las aerolíneas, IAG y Aena también han cerrado la jornada entre los peores del índice, con descensos del 6,44% para el holding de Iberia y Vueling y del 5,94% para el gestor de la red de aeropuertos públicos.