Los mayoristas de Mercabarna prevén superar el volumen de venta de calçots previo a la pandemia del Covid-19 ante el “buen ritmo” que mantienen desde que comenzó la temporada en octubre. Hasta enero, se han distribuido cuatro millones de unidades desde el mercado mayorista, un 38,5% más en relación con el mismo periodo de hace un año.
Así lo ha informado el Gremio de Mayoristas de Frutas y Hortalizas de Barcelona (AGEM) a través de un comunicado, en el que destaca que la cifra de ventas alcanzada hasta ahora ya supera “ligeramente” a la de la campaña de 2019, la última antes de la pandemia. Según sus previsiones, podrían alcanzar los 15 millones de calçots vendidos, consolidando así las “cifras de récord” alcanzadas en el mercado antes del Covid.
Consumo cada vez más elevado
Desde el gremio, destacan que tienen una campaña “muy buena” en cuanto a producto y, por ahora, es “suficiente para dar respuesta a la demanda”. Asimismo, recalcan que el fin de las restricciones en la restauración es, en buena parte, lo que ha propiciado esta recuperación, aunque también subrayan que el consumo doméstico de esta hortaliza es “cada vez más elevado”.
Aunque la calçotada es la manera más popular de consumir este producto típico de Cataluña, celebran que también está cogiendo protagonismo en la cocina, tanto de hogares como de restaurantes, como una hortaliza de temporada que presenta distintas formas de preparación, lo que también permite incluirla en múltiples recetas.
Producción de 18 millones
Por su parte, los productores prevén una producción total de 18 millones de unidades para la campaña de este año, de las que hasta el 60% podrían llegar a distribuirse desde Mercabarna.
La procedencia principal del producto que se comercializa en el mercado central es el calçot certificado de Valls (Tarragona), aunque gran parte también tiene origen en comarcas como el Baix Llobregat –con Gavà en cabeza–, el Maresme y el Vallès Oriental.