La presidenta de Santander, Ana Botín, ha lanzado un mensaje al Gobierno en relación con las subidas de impuestos aplicadas y planificadas por Moncloa y el efecto negativo que puede tener para el crecimiento. “Hace mucho tiempo que competimos no sólo en España sino también en Europa, donde hay sistemas fiscales más atractivos. Y no podremos pensar en mejoras sociales si no tenemos crecimiento”.
Durante la rueda de prensa en la que ha presentado los resultados del banco correspondientes a 2021, la ejecutiva ha recordado que la entidad soporta una carga fiscal del 34% y que la media en España se eleva hasta el 47%.
Además, se la circunstancia de que Botín ha hecho este apunte en el turno de preguntas pero sin que ninguna de ellas estuviera relacionadas con los impuestos. Al hilo de otra consulta relacionada con las estimaciones de la entidad en torno al comportamiento de la economía española, la presidenta de Santander ha aprovechado para dejar este recado al Ejecutivo.
“No podemos pensar en mejoras sociales sin crecimiento. La economía tiene que funcionar bien para todos”, ha sentenciado Botín, que también ha señalado al empleo como factor clave para mantener las políticas sociales.
Nuevo plan en 2023
No obstante, Santander es optimista sobre la evolución de la economía española en 2022. “Va a ser el año de su expansión, España va a crecer por encima de la media; estamos viendo buenas cifras de empleo y hay buenas perspectivas para el turismo, que es una industria muy importante”.
Respecto al desempeño del banco, Botín ha asegurado que la mayoría de los objetivos del plan a medio plazo se han alcanzado, como prueba el hecho de que muchas magnitudes están ya por encima de las registradas antes de la pandemia. En este sentido, la ejecutiva adelantó que los planes de la entidad pasan por “mostrar al mercado un nuevo plan en 2023”.
Prudencia en el dividendo
Aunque no ha aportado más detalles, lo más probable es que esta nueva hoja de ruta incluya una política de remuneración al accionista en línea con la vigente en estos momentos, con un ‘pay-out’ (proporción del beneficio neto destinado a dividendos) del 40%, repartido entre retribución directa y recompra de acciones.
En este punto, Botín ha admitido que Santander es algo más prudente que otras entidades, lo que ha justificado por la política del banco de mirar hacia adelante por encima de lo que lo hace la competencia.
El 50%, una ambición
“Somos un banco diferente. Nosotros pensamos en crecer, especialmente en capítulos como el de la tecnología, y eso requiere de capital; otras entidades prefieren destinar ese capital a los accionistas, pensando menos en el futuro. Nuestro objetivo es encontrar el equilibrio entre ambos”.
De este modo, la presidenta de Santander matizó que acercarse a un pay-out del 50% a largo plazo, como ha comunicado el banco al mercado, “es más una ambición que un compromiso firme. Pensamos que podemos lograrlo pero porque vamos a crecer”.
A vueltas con los sueldos
El fiscal no ha sido el único apartado en el que Botín se ha dirigido al Gobierno. Preguntada por la críticas de la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, a los “obscenos” sueldos de los ejecutivos del Ibex 35, ha reiterado el carácter extremadamente regulado del sector financiero y, además, ha explicado que la dimensión de los emolumentos viene marcada por la creciente competencia.
“Hay una guerra enorme por el talento en el sector. Y el talento puede trabajar desde cualquier lugar. Si queremos talento lo tendremos que retribuir según nos indica el mercado”.