Los impulsores de traer una filial del Museo Hermitage a Barcelona tiran la toalla. Las trabas del gobierno municipal de Ada Colau a la inversión ha sido definitiva y, finalmente, han declinado invertir más en la ciudad. La galería en el Puerto no se hará, y las sociedades que la promovían ya solo buscan resarcirse con una indemnización por la vía judicial.
Lo ha avanzado El País, recalcando que el fondo suizo-luxemburgués Varia, que lidera la iniciativa, la ha descartado por los obstáculos del Ayuntamiento de Barcelona a la hoja de ruta para elevar una subsede de la pinacoteca rusa en la zona de Nova Bocana de la dársena barcelonesa. Cabe recordar que estos terrenos no son municipales, sino del puerto, una institución que sí apoyaba la iniciativa cultural.
No habrá más partidas
Las mercantiles que querían desarrollar el Hermitage han paralizado las partidas económicas dedicadas a impulsar la construcción del museo, Hasta ahora llevaban invertido cerca de tres millones de euros en apuntalar un proyecto que, finalmente, no se hará.
Quizá por ello, los inversores buscan ahora recuperar parte del dinero gastado por medio de la vía judicial. Ello se lograría por medio de una indemnización. De hecho, Metrópoli Abierta avanzó que una compensación a los promotores podría llegar a 150 millones.
El Puerto sí lo quería
La noticia de que el Hermitage no se construirá en la zona del Puerto de Barcelona tiene una contradicción. La Autoridad Portuaria de Barcelona (APB) sí quería la inversión y, de hecho, le dio la luz verde en 2021. Pero el ayuntamiento la vetó con un derecho adquirido en la última actualización del planeamiento.
Antes, el gobierno municipal de Colau argumentó su negativa con diversos informes polémicos de parte que la oposición criticó. El Ejecutivo local alegó que el museo aumentaría la congestión viaria en la zona y también la saturación turística.