La pandemia ha derribado el proyecto de Time Out Market Barcelona. El futuro mercado gastronómico que proyectaba el grupo británico en el centro comercial Maremágnum de la Ciudad Condal ha desaparecido del plan de expansión del conglomerado británico que, además, elude hablar sobre el proyecto. El espacio comercial del Puerto de Barcelona, por su parte, "no tiene comentarios" sobre una inversión que estaba en "avanzadas negociaciones" en 2020.
Lo avanzó Ara un año atrás, informando de que Time Out mantenía conversaciones con Klépierre, la compañía belga que opera el Maremágnum. Un año después nada se sabe del proyecto y, lo que es más, las informaciones en torno al nuevo atractivo turístico de la capital catalana no son nada halagüeñas. Ninguna de las dos partes se pronuncia sobre el acuerdo. El concesionario del espacio comercial "no tiene información". Time Out declina contestar. Otras fuentes del sector dan por perdida la inversión.
Cerrados por la pandemia
Los hechos son poco esperanzadores. Durante los casi dos años de enfermedad pandémica, Time Out ha lidiado con duras restricciones de apertura y aforo en los seis mercados que ya opera en todo el mundo: Lisboa (Portugal); Miami, Nueva York, Boston y Chicago (Estados Unidos), y Montreal (Canadá). Algunos permanecieron cerrados durante largos periodos de tiempo. Otros cerraron por orden gubernativa, con la consiguiente caída de visitantes y facturación. Y eso que era una línea de negocio rentable. El portugués, el primero que abrió en 2004, llegó a atraer a 3,9 millones de foodies al año.
Ello era en la época pre-Covid. El grupo mediático, conocido por sus famosas revistas de ocio, se benefició sobremanera de la nueva línea de negocio. Los Markets llegaron a generar 27 millones de euros de facturación anual a Time Out, un tercio de sus ingresos. Pero el virus lo cambió todo. Llegaron las mascarillas, el distanciamiento social, la reducción de aforos y los cierres de la restauración.
El Market de Londres también cae
Quizá por ello, el conglomerado británico puso en barbecho los planes de abrir otro mercado foodie en la estación ferroviaria en Waterloo (Londres), donde circuló el tren Eurostar con París hasta 2007, cuando se mudó a Saint Pancras.
Cuando lo avanzó la web Propel Hospitality, la compañía lo confirmó. Time Out se defendió alegando que retrasaba el proyecto de 2021 a 2023, el nuevo supuesto año de apertura. De la nueva fecha cuelga un acuerdo de arrendamiento de 3.000 metros cuadrados en dos plantas del hub ferroviario, templo gastronómico que debía atraer a 17 estrellas de la alta cocina londinense.
Apertura de Dubái (pero Oporto se retrasa)
Por el contrario, Time Out sí pudo abrir su Market en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) el pasado año. Fue una prueba de fuego para el conglomerado cotizado, pues la hoja de ruta de aperturas depende de los datos epidemiológicos de cada región. Sobre el papel, la empresa de publicaciones digitales y en papel debería abrir otro macroespacio en el ala sur de la Estación ferroviaria de Sao Bento de Oporto (Portugal) en 2022. No obstante, Jornal de Noticias avanzó en octubre que las obras se habrían retrasado de octubre a "principios de año".
Lo poco que se conoce es que la firma británica planea lanzar sus Markets de Londres en el citado espacio de dos años y el de Praga (República Checa) en 2025. Si la pandemia lo permite, claro.
Maremágnum: a medio gas
De Barcelona nada se sabe, y eso que las negociaciones estaban avanzadas. Ninguna de las partes habla y lo poco que se conoce es que el espacio elegido para abrir, el centro comercial Maremágnum, también ha sufrido el impacto de la pandemia. Klépierre, operador del espacio, recuerda a Crónica Global que no da datos de desempeño del espacio de shopping. Por su parte, el Puerto de Barcelona delega en el equipo del gerente, Carlos Casanovas, que prefiere no aportar información.
Otras fuentes del sector sí lo hacen y recuerdan que, aunque ha sufrido menos la pandemia del coronavirus por su posibilidad de abrir algunos festivos --reposa en terreno portuario y, por lo tanto, no se rige por los cierres obligados en tierra--, Maremágnum ha perdido "a los turistas y a los cruceristas" que representaban "gran parte de su público". Sostienen que esta realidad propicia que la inversión "no se hará". En el contexto de atonía económica se enmarcaría el adiós del proyecto de Time Out Market Barcelona. Por lo menos, hasta que la pandemia no amaine y lleguen mejores tiempos para el ocio y la restauración de esta parte del frente marítimo de la capital catalana.
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