Las afectaciones por los recortes en las rutas de autobuses adjudicadas a Avanza en el Baix Llobregat sur incrementan, mientras los trabajadores denuncian presiones e intentos de agresiones físicas y verbales en los vehículos. El hartazgo de los usuarios por la falta de frecuencias en estas líneas que conectan Castelldefels, Gavà y Viladecans con Barcelona habría causado numerosos incidentes, que tanto el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) como la empresa que opera el servicio niegan.
UGT y CCOO denuncian “presiones” durante los últimos días a los conductores y personal de Avanza que dan servicio en la calle. Ambos sindicatos indican que se han producido agresiones verbales a los trabajadores por parte de los usuarios, cuestión que ha generado un profundo malestar en la plantilla.
AMB y Avanza, sin constancia de las agresiones
Fuentes del AMB y de Avanza aseguran a este medio que “no hay constancia” de agresiones de ningún tipo a los trabajadores de las líneas de autobús del Baix Llobregat sur por parte de los usuarios del servicio. Los representantes de los trabajadores señalan que se han cursado "quejas" internas que, por ahora, no han sido atendidas.
Por todo ello, UGT y CCOO cocinden en pedir a los ayuntamientos de las localidades implicadas, tanto gobiernos como oposición, a AMB, a ATM (la empresa que gestiona el transporte público en la zona) y a la nueva operadora de las rutas en autobús “unificar esfuerzos para normalizar el servicio”. Los sindicatos apuntan a esta solución para evitar los problemas en los vehículos que aseguran que se dan en el marco del cambio de explotador de las líneas, ya que BaixBus ha pasado el testigo a Avanza, la empresa que ganó la licitación pública que se abrió con este fin.
Pacto de reducción de servicio
Avanza se adjudicó el concurso del AMB al vencer a la histórica BaixBus --operada a través de Mohn en el caso de los municipios del delta del Llobregat--. Pasó a operar hace apenas 15 días casi 20 líneas de esta región metropolitana, su punta del servicio en la región. El organismo del cinturón barcelonés y la empresa privada anunciaron el 26 de diciembre una mejora en las frecuencias ofertadas con el cambio de compañía. Con todo, este anuncio se ha traducido en una disminución de los horarios de paso y en la supresión temporal de la línea E97 --fueron eliminadas previa y definitivamente la L87 y la L81--.
Avanza y AMB pactaron la “reducción ordenada” del servicio, según informan fuentes de la empresa a este medio, para “revertir la situación actual”. La nueva operadora señala que “encontraron una situación deteriorada y deficiente” cuando ganaron el concurso para gestionar los autobuses del Baix Llobregat sur. Las incidencias se deberían, en parte y desde el prisma de la compañía, a esas razones y requería una reestructuración integral del servicio que implicaba reforzar las rutas más demandadas y buscar el equilibrio para evitar que llegaran a circular autobuses vacíos.
Demanda de las localidades y los sindicatos
Con todo, este proceso ha generado un profundo malestar entre los usuarios que denuncian carencias de información y reclaman recuperar las líneas que se ha recortado. Ya se han alzado voces en los municipios afectados que incluso piden explorar la posibilidad de buscar vehículos de menor capacidad para que el transporte sea eficiente.
Los sindicatos apuntan de forma directa al AMB. Acusan a la administración supramunicipal de “no tener en cuenta la realidad del servicio que actualmente se presta en el territorio los 365 días del año y las 24 horas del día”. Por ello, solicitan un “servicio público en condiciones” y medios para comunicarse con la empresa en caso de avería o emergencia. Señalan que esta es la mejor opción para garantizar un transporte público de calidad en la zona sur del Baix Llobregat.