El comportamiento de la demanda de electricidad durante 2021 refuerza las previsiones de los organismos internacionales, instituciones y servicios de estudios acerca del ritmo de la recuperación económica en España, más moderado de lo previsto, entre el 4,5% y el 5%. No obstante, la variable ha experimentado el mayor crecimiento interanual desde 2015, con un 2,3%.
Un dato que refleja el impulso experimentado por la economía tras el desplome sufrido en 2020 a consecuencia de la pandemia. En ese ejercicio, la demanda eléctrica cayó de forma drástica, un 5,2%, debido a los efectos del primer estado de alarma y las posteriores restricciones, tanto a la actividad comercial como a la movilidad para paliar los efectos de las diferentes oleadas del coronavirus.
Menos del 50%
El rebote era lo esperado pero su intensidad no apuntala una recuperación tan vigorosa como se esperaba ni como figura en el cuadro macroeconómico que el Gobierno ha mantenido pese a las citadas revisiones a la baja y que prevé un incremento del PIB del 6,5%.
Los datos provisionales de Red Eléctrica señalan que en 2021 se ha recuperado cerca del 40% de la demanda que se registraba en 2019, el año anterior a la irrupción del coronavirus. Para alcanzar la citada cota, superior a los 245.000 gigawatios/hora, resta una subida en el entorno del 3,5%, muy difícil de lograr en un solo ejercicio, por lo que es probable que el consumo eléctrico no termine de recuperarse hasta 2023, igualmente en línea con las previsiones sobre el PIB.
Desaceleración
Cabe tener en cuenta que en 2019 la demanda eléctrica ya estaba adelantando los síntomas de la desaceleración económica, hasta el punto de que concluyó ese ejercicio con un descenso del 1,6% en relación con la cifra de 2018. A su vez, en ese año el crecimiento de la demanda ya presentaba notable síntomas de agotamiento como prueba el hecho de que tan sólo se elevara un 0,4%
En 2018, la economía española seguía en una espiral alcista aunque había levantado el pie del acelerador. La evolución del PIB mostró aquel ejercicio un avance del 2,4%, seis décimas por debajo del registrado un año antes.
El impacto del Covid-19
“El carácter casi inédito de las cifras que se vieron en 2020 hace difícil hacer predicciones; sin embargo, el hecho de que la demanda se haya quedado bastante lejos de recuperar ni siquiera la mitad de la que se dio antes de la pandemia es un indicio que se alinea con las estimaciones sobre el carácter moderado del ritmo de recuperación económica”, señala un consultor del sector.
Para finales de enero se espera la primera estimación del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre la evolución del PIB en 2021, tras el descalabro del 10,8% sufrido en 2020, que convirtió a la española en la economía desarrollada que mayor impacto de la pandemia sufrió.
Palo a la recuperación
Precisamente, tras una drástica revisión a la baja por parte del INE de los datos de PIB correspondientes al segundo trimestre (cuando pasó de una subida intertrimestral del 2,7% a una de tan solo el 1,1%), diversos organismos internacionales así como servicios de estudios, entre ellos el del Banco de España, comenzaron a revisar sus estimaciones previas que, no obstante, ya consideraban demasiado optimista el cálculo realizado por Moncloa, sobre el que ha confeccionado los Presupuestos Generales del Estado para el año que acaba de comenzar.
La llegada a finales de año de la nueva variante del coronavirus, denominada ómicron, ha echado aun más tierra encima de la recuperación.
El año más 'verde'
“La evolución de la demanda eléctrica, que ya empezó a mostrar síntomas de crecimiento más moderado del previsto tras el verano, ha sido uno de los elementos a tener en cuenta para la revisión de estas magnitudes, dado que suele actuar como indicador adelantado”, precisa la fuente.
No obstante, el año 2021 sí pasa a la historia como el más ‘verde’ de la historia en cuanto al origen de la generación de electricidad. Algo más del 48% del total procedió de tecnología sin emisiones, es decir, de las energías renovables y la nuclear.
De hecho, la eólica ha liderado las estadísticas de generación, con algo más de 59.000 GW/h, cerca de un 25% del total, tras experimentar un crecimiento del 10% respecto a 2020. La nuclear y los ciclos combinados completan el trio de las mayores aportaciones al mix eléctrico.