Las compañías dedicadas a las ventas por internet están avanzando también en el sector de los comercios físicos. Según Albert Serrano, director general de Veepee y Privalia en España, esta ha sido una de las transformaciones aceleradas por la pandemia en las compras electrónicas: “Sube mucho la competencia, la demanda sube mucho, pero se satura el mercado y la omnicanalidad es lo que triunfa”, ha señalado.
“Ahora estamos viendo una tendencia de muchos players online que están empezando a lanzar tiendas físicas”, ha explicado Serrano en la presentación de un estudio de su firma e Iese sobre el futuro del comercio electrónico. Como ejemplos, ha citado Cocunat o Pdpaola, “empresas que nacen digitalmente y crecen muchísimo apoyadas con estrategias de redes sociales”.
Rivales desiguales
En este juego, grandes distribuidoras como Amazon o firmas nativas digitales parten con ventaja, ya que, para Iñigo Gallo, profesor de Dirección Comercial del Iese, “es más fácil para una marca online pasar al offline que para una marca offline pasar al online”. Algo que se debe al conflicto sobre los márgenes y el ahorro de costes que implica prescindir de la estructura física: “Si vendo tradicionalmente offline y quiero pasar al online, ¿con qué precio voy a salir? Si salgo con un precio más bajo se va a enfadar el punto de venta”, ha analizado.
Sin embargo, Serrano ha precisado que “la mejor forma de crear marca, para sector de la moda, por ejemplo, sigue siendo las tiendas físicas”. Tampoco hay que olvidar que no todas las incursiones de comercios electrónicos en el mundo presencial han sido exitosas, como demuestran casos como el de la floristería online Colvin, que tuvo que cerrar su tienda física en la calle Pau Claris de Barcelona.
Costes verdes
Una de las principales conclusiones del estudio es que uno de cada tres consumidores españoles que compran en internet están dispuestos a pagar más por un producto sostenible, aunque nunca más de un 30% de diferencia. Los datos también muestran la consolidación que ha vivido este sector en España en los últimos años, ya que uno de cada cuatro compradores digitales ya hace transacciones electrónicas cada semana.
Los productos que más se van a vender en canales online en los próximos meses, a juzgar por las respuestas de los encuestados, son la ropa y complementos (para un 36% de los consumidores), los viajes (35%) y los artículos tecnológicos. Las mujeres se muestran más interesadas en productos de moda y cosmética, mientras que los hombres se decantan por la tecnología, los videojuegos y las películas.
El reto de la seguridad
La seguridad y la protección de datos continúa siendo la principal preocupación de los consumidores en internet: un 62% preferiría tener más control sobre su información personal. Gallo ha reconocido que este dato no le ha sorprendido: “Todos nos vamos acostumbrando cada vez más a comprar online y a la vez va aumentando la preocupación de comprar online”, ha señalado.
Para Serrano, la comunicación es la clave en este reto: “Esas empresas que han interiorizado que la transparencia es la solución de los problemas van a a tener más confianza de los consumidores”. “La tecnología nos ayuda, cada vez es más fácil crear tecnología con menos fricción y con más seguridad”, ha asegurado.