Foment del Treball ha dado un golpe sobre la mesa. Su presidente, Josep Sánchez Llibre, ha exigido a ERC y JxCat que aparquen de una vez por todas sus disputas, que cada vez son más públicas y notorias porque así lo quieren las dos formaciones, y se centren en gobernar.
Especialmente por el contexto actual, ya que la intensidad de la salida de la crisis del Covid vendrá marcada en gran medida por los gestores que la tutelen. Y, en Cataluña, esto llega en un momento en el que el gobierno de coalición está inmerso en una “dinámica de pelearse”. Cuestión que se vio de nuevo este lunes en el Parlament, cuando el diputado de Junts Joan Canadell desautorizó de forma pública al presidente, Pere Aragonès, por pactar los presupuestos de 2022 con los comunes.
Ruptura de la unidad independentistas
La gran patronal catalana aplaude este acuerdo. Sánchez Llibre tilda de “mérito” que el republicano haya superado el escollo que suponían las condiciones que imponía la CUP para apoyar las cuentas públicas.
Es decir, mantener la unidad del 52% del independentismo en la Cámara catalana aunque los requisitos de los antisistema incluso generasen una ruptura en Junts. El consejero de Economía, Jaume Giró, y el expresidente de la ANC, Jordi Sànchez, han apostado por buscar una alternativa, mientras que figuras como Laura Borràs, Elsa Artadi y el propio Canadell han alertado de las consecuencias de romper la unidad del independentismo.
Demanda de estabilidad
Finalmente, las cuentas catalanas saldrán adelante gracias al acuerdo in extremis que Pere Aragonès alcanzó con los comunes de Jéssica Albiach. El escenario preferido por el líder republicano Oriol Junqueras. Para Foment del Treball, esta actitud demuestra valentía y es un acierto.
“A nosotros nos interesa que los presupuestos tiren adelante y es indiferente que sea con un partido o con otro”, ha manifestado Sánchez Llibre en TV3, “nos preocupa la dinámica de confrontación entre los socios del Govern porque no es buena para la estabilidad”.
Fiscalidad y empresas públicas
Aplaude que Cataluña no se haya visto abocada a prorrogar unos presupuesto prepandémicos, pero eso no implica un cheque en blanco a la Generalitat.
Respecto a las cuentas públicas, Foment del Treball alerta de la falta de inversión en la economía productiva y por el incremento de la presión fiscal. Alerta de la pérdida de competitividad que acarrean estas políticas y lamenta la “obsesión” del Govern por “crear empresas públicas” para gestionar, por ejemplo, los teléfonos de emergencias 112 o el 061. La patronal apuesta por la colaboración público-privada para asumir estos servicios.