Cremalleras, cuero, almidón y cajas, las carencias de la industria zapatera

Los clientes de zapatería y complementos se han encontrado en las últimas semanas con numerosos problemas para acceder a productos que, en circunstancias normales, no presentan especiales dificultades para conseguirlos. Lo que pocos imaginan es que detrás de estas complicaciones se esconden artículos tan simples con una simple cremallera o un elemento derivado de ciertos alimentos, como el almidón.

En los últimos tiempos, esta materia prima ha cobrado especial relevancia en la industria del calzado debido al auge de un modelo tan peculiar como el de las alpargatas. Convertido en un artículo de moda e, incluso de lujo, por su empleo por parte de las celebrities, este producto es actualmente de los más demandados del sector. Y la escasez de almidón está causando estragos para hacer frente a la creciente demanda.

Actividad electrointensiva

El tratamiento del almidón que se extrae, principalmente del trigo, requiere un proceso industrial electrointensivo, cuyos costes se han disparado debido a la inaudita inflación registrada en el mercado mayorista de la electricidad.

Se trata de un componente fundamental para que este tipo de calzado ligero otorgue al pie una buena dosis de confort y, al tiempo, estabilidad. Sin su concurso, la producción se resiente de forma notable.

Colapso en el metal

No es el único factor que trae de cabeza a fabricantes y comerciantes del sector. Otro, en el que tampoco se repara en circunstancias normales, es el de las cremalleras, empleadas en complementos como zapatos y bolsos. La desproporcionada demanda de metal ha estrangulado la producción de artefactos tan convencionales que rara vez se tiene en cuenta su importancia.

Sin ir más lejos, la citada carestía también está haciendo estragos en un mercado como el de las tiendas de campaña, hasta algunos extremos en los que ha sido un punto determinante para dar un espaldarazo a las que emplean el velcro como sistema de aislamiento.

Escasez de cuero

En las últimas semanas resulta toda una aventura encontrar cremalleras en España. Y cuero, sobre todo cuero. Escasea como nunca y el que hay, tiene un precio que resulta difícil bajar de las nubes. Y, lo que es peor, hacer que su repercusión en el producto final no haga inviable su venta para el cliente habitual.

Para completar el ciclo, las dificultades del actual escenario llegan hasta el propio embalaje del producto. Porque el cartón es otro de los elementos cuya fabricación requiere de una elevada intervención de la prohibitiva electricidad.

El coste del embalaje

Un elemento que ha puesto en jaque y en alerta a un sector como el editorial, dado que el cartón es un elemento esencial en las ediciones de libros de tapa dura. Mientras, los precios del papel y la escasez de materia prima en el mercado han hecho que ámbitos como el de las publicaciones periódicas se ponga en guardia.

Algo similar sucede con la industria del calzado. La atención se centra en los diseños, las modas, las tendencias… pero sin el embalaje adecuado, el producto no puede llegar a los centros de distribución. Y en estos tiempos, el cartón es un artículo prácticamente de lujo. Como las cremalleras…