SOS desde el comité de empresa de Seat. La complicada situación que vive la industria del automóvil con la combinación de elementos como la transición hacia el vehículo eléctrico y la crisis de suministros que ha provocado el proceso de recuperación tras la pandemia reviven fantasmas como los de Nissan, que abandonará Cataluña en breves semanas. Muchos señalaron por entonces al Govern y en Martorell no quieren que la historia se repita.
En este escenario crítico, Matías Carnero, presidente del comité de la otrora firma señera del automóvil en España, alza la voz en una entrevista concedida a Efe para alertar a las Administraciones, especialmente a la Generalitat pero también al Gobierno central, del riesgo que estos cambios suponen para el empleo en Seat.
La advertencia de Volswagen
Carnero no toca de oído. No en vano, se sienta en el consejo de supervisión de la matriz, Volkswagen, el órgano ejecutivo en el que se toman las decisiones que afectan a las plantas de producción.
Precisamente allí, Carnero escucha al consejero delegado de la multinacional alemana, Herbert Diess, decir que la transición hacia el vehículo eléctrica se cobrará unos 30.000 empleos. El responsable del comité de Seta entiende que la mayoría de ellos afectarán a Alemania pero también que el proceso también pasará factura en España, “sí o sí. Tenemos sobre nosotros una tormenta perfecta que puede servir para justificar la reducción de empleo en Seat”.
Recorte de producción
En este punto aparece el riesgo de convertirse en una nueva Nissan: paulatinas bajadas de producción hasta la decisión de cerrar la planta, tomada a miles de kilómetros de las factorías.
Para colmo, la falta de suministros, especialmente semiconductores, han recortado la producción en Martorell, que en lo que va de año ha sacado adelante 80.000 unidades menos que en el mismo periodo del año pasado. Y las previsiones que maneja Carnero se aproximan a las 100.000.
ERTE en marcha
Por ahora, la consecuencia ha sido la aplicación de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por parte de Seat hasta mediados de 2022.
Ante esta situación, los trabajadores de Seat apuntan a la Generalitat para que “se ponga las pilas” para impulsar la transformación en la industria con “coherencia y responsabilidad política”.
Otra plataforma para fabricar más
Pero también señalan al Gobierno central, que tiene en su mano el diseño del Perte del automóvil, que debe servir para que el paso de los coches de combustión a los eléctricos no sea traumático dado que estos últimos requieren menos horas de producción.
Y la tercera pata es la propia Volkswagen, a la que Carnero advierte de que una sola plataforma de producción resulta a todas luces insuficiente para alcanzar el objetivo de las 500.000 unidades a partir del año 2025.
A vueltas con Cupra
Actualmente, Martorell produce tan sólo tres modelos eléctricos y uno de ellos pertenece a la marca más joven del grupo Cupra, que debería tener mucho más protagonismo en el grupo, según Carnero, por encontrarse en plena expansión.
Sin embargo, para la cúpula de Volkswagen, Cupra no representa una prioridad, lo que tampoco es un factor que juegue en favor del futuro de Martorell sino todo lo contrario.