Vivendi quiere convertirse en el socio de referencia de Prisa. El grupo francés de medios de comunicación solicitó a finales de la pasada semana la autorización del Consejo de Ministros para poder ampliar su participación en la editora de El País hasta el 29,9%, lo que le situaría a la altura de Amber Capital, actual primer accionista de la compañía.
De acuerdo con una comunicación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Vivendi no cuenta con acuerdos con el resto de socios para alcanzar este porcentaje.
Sector estratégico
Vivendi cuenta en la actualidad con algo más de un 9% del capital de Prisa, que adquirió a comienzos del presente año al comprar la mayoría del paquete accionarial que puso a la venta HSBC.
Al tratarse de una empresa de un sector considerado como estratégico por parte del Gobierno, éste debe dar el visto bueno a cualquier accionista foráneo que quiera sobrepasar el 10% del capital.
Telefónica y los Polanco
A día de hoy, Vivendi ya es el segundo accionista de Prisa, con una participación que roza el 10%. Tras adquirir las acciones de HSBC, que representaban algo más de un 7% del capital, el grupo francés compró títulos en el mercado para situarse precisamente al borde de tener que solicitar la autorización que ha trascendido en la tarde de este lunes.
Mientras, Telefónica mantiene una participación muy similar, también por encima del 9%. Tras la salida del banco británico, la familia Polanco, históricos propietarios del grupo de comunicación que también tiene entre sus activos la Cadena Ser, es el cuarto socio en discordia, con algo más de un 7%.
La oferta de Blas Herrero
Santander y Carso, vehículo inversor del mexicano Carlos Slim, completan el grupo de accionistas significativos, con sendas participaciones ligeramente inferiores al 5%, de acuerdo con los registros del supervisor.
A finales del pasado año, el empresario Blas Herrero presentó en nombre de un grupo de inversores una oferta para hacerse con la división de medios de Prisa por unos 200 millones de euros, que fue rechazada por el consejo de administración.
Cisma y relevo de Monzón
Sin embargo, el movimiento provocó un cisma entre los accionistas, todo vez que algunos estaban a favor de una operación de este tipo, aunque admitían que el precio no era suficiente; sin embargo, sí estaban abiertos a aceptar una propuesta de mayor enjundia si Herrero volvía a la carga.
El movimiento obligó al primer accionista a tomar cartas en el asunto, con la promoción del cese de Javier Monzón como presidente de la compañía, lo que se formalizó por sorpresa en la junta extraordinaria que se celebró en las últimas semanas de 2020 con el fin de dar el visto bueno a la segregación del negocio de Santillana.
El actual presidente, Joseph Oughourlian, se alío con Telefónica con el fin de sumar los votos necesarios para provocar la marcha de Monzón y la apertura de una nueva etapa en la compañía, basada en pilares como el saneamiento financiero y la apuesta por separado de los negocios de información y educación.