Pedir comida a domicilio, un vehículo VTC o hacer la colada son servicios ahora disponibles de forma centralizada a través de la app para inquilinos Proptex. El modelo está inspirado en el selling los hoteles de servicios turísticos, culturales, de entretenimiento, gastronomía, museos... y permite explotar los nuevos canales de venta por parte de los propietarios de edificios residenciales.
La startup desarrolla plataformas para digitalizar la gestión inmobiliaria, tanto de residencias estudiantiles como de parques de vivienda de alquiler. Su objetivo es mejorar la experiencia de usuario de los inquilinos y hacer más fácil la resolución de incidencias, reparaciones, pero también ofrecer servicios adicionales.
Un negocio más rentable
Sandra Muñoz, directora de esta firma proptech, cree que agilizar la resolución de problemas que puedan tener los inquilinos y ofrecerles un catálogo de servicios permite a los gestores y propietarios distinguirse de la competencia y explotar nuevas oportunidades de negocio en un mercado --la gestión de fincas-- de baja rentabilidad.
“Los gestores de property management van con márgenes muy bajos”, señala Muñoz, que destaca los beneficios de automatizar procesos. “Incrementa la eficiencia como empresa”, afirma.
Digitalización contra el “caos”
La emprendedora asegura que actualmente el contacto entre propiedad e inquilinos “es un caos” y “suele ser muy casero y poco profesional, por mail o llamadas”. Asimismo, lamenta que muchas firmas especializadas todavía ven a los arrendatarios como “los últimos del ciclo inmobiliario”, pero cree que rectificarán cuando vean que otros actores del sector empiezan a ofrecer otros servicios y obtener ingresos en forma de comisiones.
Otro de los servicios que integra Proptex es una suerte de red social para residencias de estudiantes, que Muñoz describe como “una plataforma para organizar eventos, ver quiénes son tus vecinos y su contacto en las redes sociales”. La startup tiene ya disponible su propia app, aunque también ha desarrollado plataformas customizables para sus clientes corporativos, que son cuatro, con un total de 500 activos bajo gestión.
Ronda de 250.000 euros
Muñoz, consultora inmobiliaria de profesión, inició el proyecto empresarial en diciembre de 2020 tras vivir en Estados Unidos, donde “ya tenían este tipo de aplicaciones, aunque no tanto enfocadas al life as a service”. Lo hizo junto a su socio Hugo Freire, especializado en dirección tecnológica de empresas.
La compañía ha lanzado una ronda de 250.000 euros que prevé completar a fin de año y con la que pretende expandirse a Portugal a finales de año, así como incorporar el pago del alquiler directamente en su interfaz y desarrollar un módulo de business analytics para sacar rendimiento comercial a los datos que generan los usuarios. Además, tiene en marcha un proyecto de condominios en Marbella, una línea en la que ve un posible filón más allá de Europa: “En toda Latinoamérica hay mucha oportunidad, porque están acostumbrados a vivir en grandes condominios”, indica la emprendedora.