El exSantander Javier Marín incorpora como cliente al inversor Ram Bhavnani

El movimiento es consecuencia de una de las últimas operaciones de Singular Bank: la adquisición del negocio de la entidad luxemburguesa KBL en España. Quintet, que era la denominación bajo la que operaba en los últimos tiempos, se encargaba de la gestión de la sociedad de inversión de Bhvanani, con lo que ahora pasará a la tutela de Marín.

Movimientos corporativos

Se trata de una sicav con algo más de 11 millones de euros bajo gestión, de acuerdo con los últimos datos registrado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que se corresponden con el cierre del primer trimestre.

Sobre la base del antiguo Self Bank, adquirido por Warburg Pincus a Boursourama (el banco online del grupo Société Générale) en 2019, Singular Bank no ha parado de efectuar movimientos corporativos con el fin de incrementar su tamaño. En la actualidad negocia hacerse con la cartera de clientes de UBS en España, que también se ocupa de la gestión grandes patrimonios del país.

Viejos conocidos

Marín y Warburg Pincus son viejos conocidos, toda vez que el ejecutivo ya quiso rodearse de fondos de este tipo en su etapa como consejero delegado de Santander, aunque no pudo terminar de desarrollar su estrategia debido a que su presencia en la cúpula de la entidad que preside Ana Botín no fue demasiado duradera.

Por su parte, Bhavnani fue uno de los inversores a título individual más activos de la bolsa española poco antes de la crisis financiera de finales de la década de los 2000.

Centrado en la banca

Desde inicios de los 80, cuando llevó a cabo sus primeras inversiones, a partir de un modesto capital que apenas alcanzaba los 150.000 euros al cambio, Bhavnani apostó por el sector financiero, donde hizo fortuna tanto en los antiguos BBV y Banco Hispanoamericano como en el también extinto Zaragozano, antes de ser adquirido por el británico Barclays.

El inversor de origen indio y afincado desde su juventud en Canarias llegó a controlar un 10% de Bankinter y en dos etapas diferentes fue accionista significativo de Banco Popular.

Atraído por la banca andorrana

Bhavnani, que también hizo alguna incursión en inmobiliarias cotizadas, fue uno de los grandes patrimonios que se vio atraído por el Banco Madrid recién adquirido por entonces por Banca Popular de Andorra (BPA) y fue una de las víctimas de la caída en desgracia de la entidad tras las acusaciones de participar en operaciones de blanqueo de capitales.

Precisamente, hace algunas semanas trascendió que el Sepblac, el servicio antiblanqueo dependiente del Ministerio de Economía, no había encontrado evidencias de actividades delictivas por parte de Banco Madrid, del que se limitó a constatar que sus protocolos eran mejorables.

La imagen de Banco Madrid

El daño ya estaba hecho para BPA y los clientes de Banco Madrid, que se había convertido en la banca privada de moda a comienzos de la pasada década. Curiosamente, Bhavnani prestó su imagen a la entidad  para promocionarse antes de que se viera obligada a solicitar el concurso de acreedores y ser intervenida poco después por el Banco de España después de trascender que estaba siendo investigada incluso desde EEUU (un extremo que resultó ser falso).

Desde entonces, Bhavnani está en un discreto segundo plano, aunque mantiene su papel como inversor activo, como demuestra el hecho de que mantener sus sicav, tanto la que ahora estará a cargo de la gestora de la entidad liderada por Javier Marín como Kalyani, de mayor tamaño y tutelada por Amundi, perteneciente al grupo financiero francés Credit Agricole.