El consejero delegado de Inmobiliaria Colonial, Pere Viñolas, ha asegurado que Barcelona ha alcanzado “un récord de operaciones de inversión” inmobiliaria. Una tendencia que ha enmarcado en la dirección del mercado global, “extremadamente activo” en estos momentos, pero cuyo impulso es ahora especialmente notable en la capital catalana.

Lo ha explicado en una mesa redonda sobre el estado del mercado inmobiliario como parte de la Semana de la Nueva Economía de Barcelona (BNEW), durante la que Viñolas ha destacado la fortaleza del mercado, ya que “la oferta y la demanda en activos inmobiliarios está mucho más equilibrada” que en la anterior crisis, en la que había “mucha más oferta a las afueras de Madrid e incluso Barcelona”.

La amenaza de la inflación

En el debate también se ha abordado la amenaza de la inflación. El profesor de Economía de IESE Jordi Gual ha expresado su confianza en que los aumentos de precios no sean sostenidos. “El riesgo es que nos fuéramos a tasas por encima del 4% de manera sostenida”, ha advertido.

“En caso de que la inflación se descontrolase, veríamos una subida de los tipos a largo y una alteración brusca en algunos mercados de activos”. Una situación que, según él, tendría un fuerte impacto en el mercado inmobiliario, que sería más fuerte en países como China, donde se acumulan dos o tres años de crecimiento, que en España, que “está tomando vigor” más recientemente.

Temor a una subida de los tipos

El docente de la misma universidad Pedro Videla ha coincidido en que “si los bancos centrales aumentan los tipos de interés” como consecuencia de la inflación, “vamos a enfrentarnos a serios problemas”. Por ello, ha apuntado que la clave, todavía por resolver, es si el incremento de precios es transitorio.

Otros elementos que serán importantes, según él, son la recuperación de China o el elevado endeudamiento público, que prevé que se pagará a través de “un nivel un poco mayor de inflación --que reduce el valor real de la deuda-- y más impuestos”. Sin embargo, ha opinado que “hay que ser positivo” con las perspectivas de reactivación económica, ya que “nos hemos recuperado bien” de la que ha considerado “la mayor crisis que hemos tenido en 100 años en tiempos de paz”, si bien ha concedido que un proceso así “toma tiempo”.