El cierre de la investigación del Servicio contra el Blanqueo de Capitales (Sepblac) sobre presuntas irregularidades cometidas por Banco Madrid sin resultados concluyentes ha levantado ampollas incluso en el seno del Banco de España. La economista Soledad Núñez, consejera ejecutiva del organismo, ha reaccionado a través de las redes sociales con un elocuente “¡a buenas horas, mangas verdes!”.
A través de su cuenta de la red Twitter, Núñez se refería así al hecho de que la demostración de la inocencia de Banco Madrid, al que se acusaba de colaborar con grandes patrimonios internacionales para blanquear capitales procedentes del exterior, ha llegado seis años después de que la filial de Banca Privada de Andorra (BPA) se viera abocada a la liquidación debido a las sospechas que se vertieron sobre su proceder.
Informes acusadores
En su mensaje, Núñez adjunta un enlace a la noticia publicada por el diario El Mundo, el primero en destapar la información, y lamenta que las conclusiones se hayan demorado tanto “con el daño que se le hizo a la institución y a su gente”.
Bien es cierto que en este último comentario no queda claro si se refiere a la entidad financiera o al regulador, cuya actuación precipitó el fin de Banco Madrid pero que vino impulsada por los informes previos del Sepblac, que han resultado infundados. El Sepblac depende de la Secretaría de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa del Gobierno.
Fuga de depósitos
En 2015, el Banco de España intervino Banco Madrid después de que los informes del Sepblac como de una investigación iniciada por el Departamento del Tesoro de EEUU sobre las actuaciones de la entidad privada provocaran una notable fuga de depósitos con la consiguiente huida de clientes, muchos de ellos poseedores de altos patrimonios.
La actuación del Banco de España, que procedió de forma casi inmediata a declarar el concurso de Banco Madrid y, posteriormente, a su liquidación también fue en su día muy criticada.
En busca de compensación
La Justicia también concluyó que en las maniobras del banco no hubo delito alguno relacionado con el blanqueo de capitales.
De hecho, a raíz de esta resolución los accionistas de BPA, en especial la familia Cierco, comenzaron una serie de actuaciones en busca de una compensación por lo que sucedió con Banco Madrid. A la vista de la reacción de Núñez, no son los únicos indignados por esta rocambolesca historia.