A partir del 1 de septiembre, la red catalana de autopistas de pago se modificará tras el fin de las concesiones de la AP-7, AP-2, C-33 y C-32 norte. Sin embargo, el acuerdo entre Gobierno y Generalitat dejará intactos cuatro peajes de los que no podrán liberarse los automovilistas que crucen la comunidad.
En concreto, los dos túneles de Vallvidrera y del Cadí, el tramo sur de la C-32 entre Castelldefels y El Vendrell y la C-16 en el tramo que une Sant Cugat del Vallès y Manresa pasando por Terrassa. Pese a que se ha pactado una serie de descuentos para el uso de algunas de estas infraestructuras, los precios de las barreras seguirán siendo considerables.
Descuentos en la C-32
Más aún cuando se trata de trayectos cortos. En el caso del viaje de 22 minutos en coche entre Castelldefels y Sitges, a través de la C-32, el ticket para los turismos asciende a 6,89 euros por un recorrido de solo 19 kilómetros. Otro ejemplo: el trayecto entre Sant Cugat y Manresa ocupa unos 35 minutos en ausencia de embotellamientos. Una carrera de 43 kilómetros por la que los conductores, de lunes a viernes, deben abonar 3,66 euros en hora punta y 5,9 euros en hora valle.
Hay que destacar que sobre esta autopista se aplicará una tarificación distinta para los desplazamientos con origen o destino en el territorio. Así, en el caso de la barrera de Vallcarca entre Castelldefels y Sitges, habrá una bonificación del 40%. En la barrera de Cubelles, previa a la llegada a El Vendrell, el descuento se elevará al 70%. El ejecutivo autonómico destinará 18 millones de euros para compensar estas rebajas.
Hasta ocho euros en la C-16
Los vecinos del Bages y del Vallès Occidental no tendrán la misma suerte en la C-16, ya que no gozarán de ningún precio especial. En total, hay tres lugares en que toca rascarse el bolsillo: la barrera troncal de Les Fonts, a la salida de Terrassa, y las troncales y laterales de Sant Vicenç de Castellet, para entrar en Manresa. En este último caso, el Govern ha ampliado la gratuidad para los desplazamientos en días laborales, ya que es una carretera muy utilizada para los trabajadores que se mueven a diario hasta La Seu.
Pero no se prevé ningún otro descuento en la misma vía. Así, entre Terrassa y Manresa el coste oscila entre 2,23 y 4,47 euros de lunes a viernes. Los fines de semana y festivos se dispara hasta los 7,96 euros para los turismos --los costes para remolques, camiones y autocares son todavía mayores, al igual que en la C-32--.
'Tarifazo' en los túneles
Los túneles de Vallvidrera y del Cadí también mantienen las tasas. En la conexión subterránea que atraviesa la sierra de Collserola existe doble tarifa en función de la hora de uso: 3,84 euros (hora valle) y 4,31 euros (hora punta). El túnel del Cadí, que conecta La Cerdanya con el Berguedà barcelonés a través de los Pirineos, conservará lo que queda de año su precio único de 12 euros. Aproximadamente unos 40 céntimos por kilómetro, uno de los tramos más caros de toda la red de autopistas españolas.
De hecho, la comunidad del no vull pagar (no quiero pagar) ha pasado a convertirse en una de las más gravosas para los conductores. Según datos recopilados por Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Cataluña se ha convertido tras el fin de las concesiones en la AP-7, AP-2, C-32 norte y C-33 en la autonomía líder en los peajes más costosos. Esta situación ha provocado el renacimiento de movimientos como la Plataforma No Vull Pagar C-32, que a partir de ahora deberá dirigir sus reivindicaciones a Barcelona en vez de Madrid.