Seat ha incorporado en su proceso de producción superrobots de 2,5 metros de altura, los más grandes de su historia, que además de sus dimensiones, son capaces de levantar pesos muy elevados. Dos unidades de este modelo han sido equipadas en la fábrica de la compañía automóvilistica en Martorell, según ha explicado la marca este miércoles en un comunicado.
Los robots gigantes se encargarán de ensamblar las partes más pesadas de los vehículos, ya que son capaces de cargar hasta 400 kilos, todo ello con una precisión milimétrica. Además, cuentan con un programa que permite realizar un mantenimiento predictivo.
Máquinas de tres toneladas
Los dos robots de este tipo, que pesan tres toneladas y que ya trabajan en la factoría, están asignados al área de chapistería. Unas máquinas que se unen a los más de 2.200 robots que ya participan en el proceso de ensamblaje de los últimos modelos de la compañía en coordinación con 1.700 trabajadores.
"Estos robots ensamblan conjuntos fundamentales del vehículo, como son los laterales". ha detallado el responsable de robótica de Seat, Miguel Pozanco. "Al poder levantar más peso, realizan dos operaciones al mismo tiempo, incrementando la calidad de las piezas", ha destacado.
Un ensamblaje más simple
Los nuevos robots son capaces de montar tres de las partes más pesadas de los vehículos, las que forman el lateral, que son las que pesan casi 400 kilos. Su principal avance es la capacidad de lograr que el mismo robot una las tres piezas del lateral y pueda trasladarlas a la zona de soldado sin que ninguna otra máquina tenga que volver a manipularlas. La mejora se ha conseguido gracias a la incorporación de un eje lineal que le permite desplazarse hasta cuatro metros.
Un elemento que simplifica parte del proceso de ensamblaje de los coches y disminuye el espacio que ocupa la línea de fabricación. "Para poder transportar y ensamblar las piezas más voluminosas del coche y que su estructura no se resienta lo más mínimo, era necesario utilizar un robot más grande", ha añadido Pozanco. Con este paso, la marca, que reactivó ayer su producción tras el parón provocado por la crisis de los semiconductores, avanza en su estrategia de robotización en una fábrica que produce la carrocería de un coche cada 68 segundos.