La defensa del presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha solicitado al juez del caso Tándem que corrija los "errores materiales" que ha observado en el auto con el que imputó a Iberdrola Renovables Energía SA (IRE), indicándole en este sentido que su cliente no era el responsable de esta última cuando se habría contratado el llamado proyecto Wind al entonces comisario José Manuel Villarejo.
En un escrito enviado al Juzgado Central de Instrucción Número 6, la defensa de Sánchez Galán insta al juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón a rectificar "dos errores materiales" que ha detectado en el auto dictado el pasado viernes, donde imputó a Iberdrola Renovables por entender que el proyecto Wind se contrató y desarrolló en nombre y beneficio de la compañía.
Nunca tuvo un cargo en el consejo
El primero de los "errores" que considera "indispensable" corregir es que el magistrado afirmó en su resolución que, "al tiempo de la contratación y ejecución de los trabajos de este proyecto Wind, el presidente del Grupo Iberdrola, y en concreto de Iberdrola Renovables Energía SA, era el investigado Ignacio Sánchez Galán".
La defensa asevera que "el señor Sánchez Galán no ha ocupado jamás cargo alguno en los órganos de administración de esa empresa, por lo que no es correcto lo que se dice en el auto", subrayando que "en ningún momento" fue presidente de Iberdrola Renovables en el lapso temporal donde el propio instructor sitúa la ejecución de Wind, de 2011 a 2016.
La situación de Del Olmo
El otro "error" mencionado se refiere a la situación del que fuera director de Control de Funciones Corporativas, José Antonio del Olmo, que comunicó irregularidades a raíz de otro supuesto encargo de Iberdrola a Villarejo: Arrow.
García-Castellón acordó en el mismo auto el sobreseimiento libre para Del Olmo respecto a la querella presentada por Iberdrola en su contra por un presunto delito de falsedad en documento privado. Según la eléctrica, el informe elaborado por el exdirectivo sobre contabilización de facturas anómalas por la Dirección de Seguridad Corporativa de 1 de diciembre de 2004 era un dosier manipulado que se creó para perjudicar a la compañía.
Prescrito
La querella se presentó en un juzgado de instrucción de Bilbao en 2020, pero acabó incorporándose a esta pieza separada de Tándem. La entidad solicitó personarse como acusación particular, abriendo la puerta a un posible conflicto de intereses, según advirtió el magistrado en un auto del pasado 25 de junio. El pasado viernes, lo resolvió archivando la querella, al estimar que los hechos habrían prescrito, y arrebatando a Iberdrola tal condición.
En el escrito, el abogado de Sánchez Galán alerta de que en el auto analizado García-Castellón aludió a Del Olmo como "uno de los testigos claves para sostener la acusación". Sin embargo, apunta, desde el pasado mes de noviembre figura como investigado en la pieza separada por su presunta participación en un delito de cohecho, sin que su estatus procesal haya variado desde entonces.