La inversión hotelera se ha disparado en España en los seis primeros meses del año, con Barcelona protagonizando algunas de las operaciones más sonadas. Las transacciones han alcanzado los 1.094 millones de euros durante el primer semestre de 2021. Buena parte de ese pastel se ha movido en la Ciudad Condal.
Son los datos que compila la consultora inmobiliaria Collliers, que ha revelado hoy que estima que la inversión acumulada en lo que va de ejercicio, los citados 1.094 millones de euros, supera ya los cambios de mano de hoteles de todo 2020, que totalizaron 995 millones de euros. Las cifras del mercado en la primera mitad de año son las mejores de los últimos 15 años, lo que convence a la firma de que la ralentización por la pandemia ha quedado atrás.
Más en el futuro
La firma calcula que la alegría en el mercado inversor hotelero continuará en lo que resta de año. Y se ampliará a 2022. Recuerdan desde Colliers la "existencia de unos niveles de liquidez históricamente altos", que se une a la "gran presión de los fondos por invertir" tras 15 meses en atonía.
A ello hay que agregarle la "absoluta necesidad" de muchas cadenas hoteleras de "desinvertir" activos para cubrir el "bache de liquidez" provocado por la herida que deja la pandemia del coronavirus, que ha impactado de forma grave en el turismo.
Barcelona, al frente
Según la consultora, hasta junio se han cerrado 52 operaciones con 7.333 habitaciones en España. Esta cifra incluye compra de hoteles, de edificios para su reconversión y de suelos para uso hotelero.
Parte de ese conteo lo aporta Barcelona. En la capital catalana han cambiado de manos el Grand Hotel Central, vendido por Unico Hotels al fondo luxemburgués Schroder por 93 millones, o el NH Calderón, traspasado por la cadena española a LaSalle por 125,5 millones de euros. Sobre el tapete están también la futura venta del Apolo Tryp y la salida de activos de Selenta Group, entre otros.
España, antes que el resto
El buen tono de la inversión hotelera en Barcelona y el resto de España continuará, según Colliers, porque los inversores internacionales estiman que el mercado hotelero de ocio se recuperará antes que el sector corporativo. Es por ello que existe "interés inversor" en la Península y archipiélagos.
A este factor se le apareja la estructura de propiedad de los activos en España. Una parte considerable de los hoteles sigue en manos de las cadenas, a diferencia de lo que ocurre en otros países. Además, las enseñas hoteleras están soportando ahora una "enorme presión de caja", por lo que tienen incentivos para vender o renegociar rentas o recapitalizar.