El Mobile World Congress ha vuelto a Barcelona tras un 2020 en el que la pandemia obligó a suspender el evento. En esta ocasión, a pesar de la ausencia de compañías tecnológicas destacadas, se ha optado por seguir adelante con el congreso.
Sin embargo, no se conseguirá el impacto de ediciones anteriores. John Hoffman, consejero delegado de GSMA, entidad organizadora del evento, ha cifrado en 40.000 los asistentes máximos, 10.000 menos que hace unos meses y aproximadamente un tercio del público habitual, en un congreso que cada año ha atraído a visitantes de todo el mundo.
A pesar de estas limitaciones, como en cada edición, las compañías participantes han presentado sus novedades, con las que pretenden cautivar a clientes y empresas.