El Puerto de Barcelona ha reanudado hoy la actividad crucerista a menor ritmo que antes de la pandemia, como explicó este medio. La Autoridad Portuaria (APB) espera menos pasajeros que en 2019 tras retomar las escalas con retraso respecto a destinos rivales como Italia y Grecia y con demora también respecto a otros puertos nacionales como Málaga y Cartagena.
En un acto público, el Puerto ha dado la bienvenida al MSC Grandiosa, el crucero que la naviera con sede en Ginebra (Suiza) ha elegido para reiniciar operaciones en la Ciudad Condal, el primer puerto de España que recupera los embarques regulares de pasajeros internacionales tras la pandemia. La nave transporta a unos 1.500 viajeros que se han sometido a test antes de subir y que viajan entre fuertes medidas higiénico-sanitarias.
Menos actividad que en 2019
Pese a la buena nueva del retorno de las navieras internacionales a Barcelona, la subdirectora del Puerto, Carla Salvadó, ha avanzado que "no esperan" igualar las cifras de pasajeros de 2019, antes de la pandemia. "Tampoco las queremos", ha dicho, pues su objetivo es volver gradualmente a la actividad. Pese a ello, Salvadó ha recordado a los críticos que el sector emplea a unas 9.000 personas e inyecta unos 1.000 millones al año en la economía de la ciudad.
Con estos mimbres, el Puerto espera dar la bienvenida paulatina a las navieras. Hoy ha sido el turno de MSC, pero Costa Cruceros reanudará operaciones el 5 de julio, como explicó Crónica Global. Antes, Tui llevará el Mein Schiff 2 --que ya ha parado en Málaga y Cartagena en junio-- a Barcelona. AIDA se dejará ver el 9 de julio, mientras que las grandes compañías estadounidenses llegarán en agosto. Royal Caribbean, con el Harmony of the Seas, abrirá el fuego el 15 de agosto.
Blindaje sanitario
Todos los buques de recreo que atraquen en Barcelona deberán seguir un estricto protocolo sanitario dictado por Sanidad Exterior y los propios planes contra el Covid presentados al estado de bandera. Por lo pronto, obligarán a usar la mascarilla, a la higiene de manos y a mantener la distancia de seguridad a bordo. La naviera deberá tener un seguro de salud para pasaje y tripulación, y pagará todos los gastos de los posibles positivos asintomáticos que deban permanecer aislados en la ciudad.
El mismo protocolo rige para los contactos estrechos y el ingreso hospitalario de los contagios con el virus. Si es preciso, las compañías abonarán hasta traslados aéreos y la repatriación de los infectados. Si no hay brotes, el pasaje podrá bajar del buque para hacer excursiones, pero en grupos burbuja muy controlados en los que se testará hasta el conductor del autobús. Ello augura un pobre tiqué para la restauración en destino, pues la interacción con el comercio estará muy limitada.
MSC dispara demanda
Todas las restricciones no son un obstáculo para la demanda. MSC Cruceros ya iguala el rimo de ventas de 2019, según ha revelado Fernando Pacheco, director general de la naviera, en Barcelona hoy. El directivo ha avanzado que "mantendrá" todos los barcos previstos hasta la fecha y tendrá 29 naves en operación en 2030. Según Pacheco, desde la luz verde que dio el Ministerio de Transportes a la llegada de cruceros internacionales el 7 de junio, la demanda ha registrado un "cambio enorme". Las ventas se han disparado, ha revelado el ejecutivo.
"En Barcelona, estamos en los mismos niveles de venta que en 2019", ha señalado la misma fuente, lo que les permite tener "confianza". Ello, no obstante, no impide que los barcos de MSC naveguen en estos momentos al 50% de ocupación, cifra que esperan incrementar al 70% en julio. Es el umbral máximo que permiten los protocolos sanitarios.