El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, ha cargado contra la carga fiscal que soporta el sistema eléctrico y su traslado al recibo de la luz, una circunstancia que, según considera, es la principal causante de las elevadas subida de precios que se han registrado en las últimas semanas.
En el transcurso de la junta de accionistas de la compañía, celebrada este viernes de forma telemática debido a la pandemia, el ejecutivo ha señalado que el principal beneficiado por la subida de la factura eléctrica es el Estado por los ingresos que le llegan tanto a través de los impuestos relacionados con el recibo como por los que recibe en relación con los derechos de emisión de gases contaminantes, cuyas alzas han tensionado de forma notable el mercado mayorista.
Optimismo
“La Hacienda Pública es la principal beneficiada de toda esta situación”, ha apuntado Galán en un breve discurso dirigido a los accionistas, en el que éste ha sido prácticamente el único punto al margen de la trayectoria de Iberdrola en 2020 que ha abordado.
En este sentido, Galán ha “acogido con optimismo” las manifestaciones en sede parlamentaria de la vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, relativas a una posible suspensión temporal del impuesto a la generación eléctrica, con el fin de abaratar los costes eléctricos.
Medida injustificada
No obstante, el presidente de Iberdrola se ha mostrado crítico con el Gobierno por iniciar la tramitación de una normativa que pretende poner fin a las retribuciones recibidas hasta ahora por las empresas del sector por la generación de electricidad en plantas nucleares e hidroeléctricas, al considerar que las inversiones en éstas se encuentran por completo amortizadas.
Galán ha calificado de “injustificada” la medida aunque también se ha mostrado confiado en que “pueda ser reconducida” a lo largo de la tramitación, que se realizará por trámite ordinario tras la reciente aprobación por parte del Consejo de Ministros de un anteproyecto de Ley.
El directivo ha asegurado que “en Iberdrola siempre tenemos una actitud dialogante”, aunque también ha asegurado que la compañía actuará en todo momento en defensa de los intereses de sus accionistas.