El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha encajado su primer encuentro de masas con el empresariado catalán en su cargo con una doble reivindicación, una procesista y otra pragmático. Ha corrido a cargo del máximo responsable del Círculo de Economía, Javier Faus, quien ha remarcado que para que Cataluña supere la “parálisis” en la que está instalada desde hace una década, son tan básicos los indultos a los políticos secesionistas que están en la cárcel como abordar un debate sobre los impuestos vigentes en la autonomía.
En este sentido, el empresario ha dejado claro que la “fiscalidad juega un papel fundamental” para que un territorio “desarrolle todo su potencial”. El también impulsor del fondo Meridia Capital ha advertido de que la “bomba demográfica y la baja productividad” de Cataluña propicia a que el Govern mueva ficha en este sentido. Y es que, además de las diferencias en el tramo del IRPF autonómico, que en Cataluña impacta de forma destacada en las rentas medias y bajas, patrimonio y sucesiones propician que se pierda atractivo para atraer talento e inversiones. En asegurar su futuro como locomotora de la actividad económica del país, el papel que había jugado antaño.
Impuestos locales
Todo ello, sin tener en cuenta los gravámenes locales que solo propician el 3% de la recaudación impositiva catalana a pesar de su impacto en la marca internacional del territorio. “Madrid actúa muchas veces como una aspiradora de recursos”, ha reconocido el presidente del Círculo, “pero en Cataluña perdemos oportunidades por falta de visión y políticas públicas en contra de la actividad privada”.
Faus señala que esto da vía libre a los debates populistas. Con todo, el principal reto del territorio es “explorar una solución que encauce el conflicto político del encaje de Cataluña y España y trabajar por la concordia”. En este sentido, ha reivindicado “igualdad y valentía” para llevar a buen puerto cualquier iniciativa en esto sentido y ha mostrado su optimismo en la nueva etapa que se ha abierto con Pedro Sánchez en Moncloa y el propio Aragonès en el Palau de la Generalitat. Una “oportunidad histórica de concordia”.
Defensa de la tercera vía
“Cualquier medida amparada por el ordenamiento jurídico, como son los indultos, tendrá el respaldo del Círculo”, ha sentenciado en un discurso realizado medio en catalán medio en castellano. El presidente del lobi empresarial ha reivindicado una “tercera vía”, en línea con la última nota de opinión de la institución, que incluya un “debate territorial” para “entender a España en su diversidad”. Ha indicado que sería un error “ver a España con una sola mirada y de forma unidireccional” y de una “identidad plural” de país que no se debe leer como una “amenaza”.
Exige avanzar “con pragmatismo y sin rupturas” para conseguir una autonomía con uan “financiación justa” que recupere el brillo que tenía en el pasado. Es decir, “valentía”. Especialmente para un presidente de la Generalitat que dispone de dos años para establecer las bases de una nueva Cataluña que supere los momentos más duros del procés y las pugnas a las que le arrastran. Tanto sus socios de legislatura, un JxCat con sus propias luchas internas sobre su nivel de defensa del independentismo, y una derecha y ultraderecha nacional que se opone a la medida de gracia.
El Círculo de Economía ha tomado parte en estos conflictos. Por ahora, la música que ha mandado el presidente de ERC gusta. Con todo, los empresarios reclaman que no cambie de signo. Advierten de que cualquier otra alternativa lleva a la decadencia.