Agbar se ha reivindicado como una empresa del siglo XXI que transciende la simple prestación con la máxima excelencia posible del servicio de agua. La empresa ha marcado un hito en transparencia en un evento en el que se ha rodeado de todas las entidades territoriales con las que colabora para repasar el trabajo realizado hasta la fecha y redoblar el compromiso futuro de ir más allá. De ampliar el “compromiso social”, tal y como se ha repetido en el acto participativo que tiene lugar cuando se inicia la reconstrucción postCovid.
“Nuestro contrato social es la manera que tenemos de construir el presente para ir al futuro”, ha explicado el presidente del grupo, Àngel Simón, en su intervención. El gran reto que se ha asumido es ampliar la “alianza y cooperación” que se mantiene con los distintos territorios en los que está instalado.
Grandes cifras económicas
El paso adelante que supone explicarse de forma pública ha incluido un repaso de sus grandes cifras. Desde los 3.036 millones de euros de gestión agregada de los 1.250 clientes industriales, los 1.200 municipios y las 1.000 instalaciones industriales a los que garantizan un suministro de más de 2.000 hectómetros cúbicos anuales, a la red de 2.000 proveedores. La inmensa mayoría de ellos, pymes locales que le permiten presentar unas cifras de impacto laboral de 16.000 trabajadores directos y 50.000 indirectos.
Como ya es habitual, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que marca la Comisión Europea se han puesto de nuevo como focos guía para Agbar. De hecho, ya se ha conseguido que el 100% de la energía de sus instalaciones mundiales tenga origen verde y que la red de colaboradores sea evaluada bajo “criterios de desarrollo sostenible”, según Simón. De hecho, ha avanzado que “pasará a ser del 100%” en, como mucho, 2022.
Además, ha señalado que abona 160 millones anuales de impuestos y que recauda más de 475 millones para las administraciones públicas con el recibo del agua. Magnitudes que distan mucho de los 138 millones que se dedican al capítulo de retribución financiera. La mayoría de ellos, 88 millones, se destinan a amortizar créditos y otros compromisos adquiridos con la banca. Son 55 millones los que finalmente se dedican al reparto de dividendos a los accionistas.
Ejes de valor
En cuanto a los ejes de creación de valor para la compañía, se han puesto de relieve el humano, el intelectual, el social y el relacional con los que configuran el perfil de la empresa. “¿Qué es Agbar?”, ha inquirido su presidente, “son las personas que trabajamos y estamos en Agbar y todas las que forman parte de nuestro ecosistema”. Ha añadido que también es una “multiplicidad de marcas, territorios de actuación, operadores que tratan y distribuyen el agua, empresas tecnológicas y un conjunto de fundaciones que trabajan en la acción social”.
Son a todas ellas a las que escuchan y cuyos representantes han tomado la palabra en la llamada Junta General de Grupos de Interés. Esto ocurre en una organización que acaba de crear un departamento que se denomina, de forma específica, “de acción social”, y que tiene el encargo de actuar de forma transversal en todos los ámbitos del grupo. Estará liderado por Mónica Margarit, que a partir de julio se integrará al equipo directivo de Agbar.
Renovación de directivos
Simón también ha explicado los cambios que ha habido en la cúpula en los últimos tiempos. La reestructuración ha sido profunda y ha propiciado que la gestión diaria se reparta en tres grandes ámbitos. Las responsabilidades de consejero delegado, que asume Manuel Cermerón; la dirección general de estrategia, Ciril Rozman, cuyo trabajo es “básico para entender el entorno, las medidas y la aplicación”, según el presidente; y el “desarrollo de nuevas actividades”, que diseña Juan Antonio Guijarro y su equipo. Entre otras iniciativas, deberán conseguir los 9.000 millones en proyectos que se han trabajado junto a la red local en base a los fondos Next Generation.
La marcha de Albert Martínez Lacambra a Red.es también ha propiciado una renovación de Aguas de Barcelona. Felipe Campos, un ejecutivo que viene del ámbito del Tercer Sector, ejercerá de consejero delegado en una organización que también estrena caras nuevas en el comité ejecutivo, ahora conformado con criterios de “paridad y equidad”, también de formación profesional, tal y como ha explicado Simón.
Agbar ha prometido repetir este tipo de encuentros. Más allá de dar cobertura a las necesidades de acción social, buscan mejorar su vinculación con el territorio.