Barcelona se quedará sin su primer hotel para gamers por culpa del Covid. Lo ha confirmado a este medio Dan Salmanovich, dueño de The Arcade Hotel, la compañía holandesa que tenía previsto abrir un establecimiento para amantes de los videojuegos en el centro de la capital catalana.
"Estamos en proceso de buscar propiedades para abrir nuevos Arcade Hotels. Se suponía que íbamos a abrir una propiedad en Barcelona en 2020, pero el coronavirus hizo descarrilar esta idea. Desafortunadamente, tuvimos que detener el proyecto y no parece que podamos retomarlo", ha asegurado el ejecutivo. El futuro del grupo podría pasar por abrir filiales en ciudades con una importante comunidad gamer como Colonia (Alemania), Roterdam (Holanda) o Montreal (Canadá). Para ello, la firma está buscando un promotor inmobiliario para cerrar una operación conjunta mediante la cual The Arcade Hotel alquilaría el activo adquirido por la promotora.
Impacto del Covid
La iniciativa abrió sus puertas en 2016 en Ámsterdam, pero tiene planes de convertirse en una cadena especializada. Aunque la pandemia ha obligado a retrasar estos planes, el equipo está centrado en recuperar a su clientela: "Creo que tomará algo de tiempo, pero creo que volveremos a los números anteriores al Covid en dos años".
El establecimiento reabrirá sus puertas este junio tras un largo periodo de práctico cierre y una remodelación interna. Desde abril de 2020, el negocio tan solo ha estado abierto dos meses y medio. "No nos obligaron a cerrar, pero con las fronteras cerradas, no estábamos recibiendo apenas reservas", ha comentado.
Público familiar
Salmanovich confía en la singularidad de su propuesta para dejar atrás esta etapa complicada. La mayoría de ellos, según describe el ejecutivo, tienen más de 30 años y encajan en el típico perfil geek. Pero la empresa también quiere captar a parte de los 20 millones de turistas que cada año se acercan a Ámsterdam y que, además, pueden tener afición a los videojuegos.
"Tenemos a jóvenes familias cuyos padres enseñan a los hijos a jugar al Super Mario en la NES. La mayoría son personas que empezaron a jugar en los ochenta y que aprecian lo retro y la nostalgia de aquella época", detalla.
Templo 'gamer'
El hotel tiene un área común con máquinas recreativas y espacios de realidad virtual. Este game room cuenta con consolas para todos los gustos: Xbox, PlayStation, GameCube, Super Nintendo, Nintendo 64, Atari, GameBoy y NES. También con ordenadores para aquellos que prefieran una experiencia de juego con teclado y ratón. La idea de Salmanovich es que este ambiente sea un nodo de socialización para aficionados de distintas partes del mundo, en el que puedan celebrarse competiciones, charlas y otros eventos relacionados con los videojuegos.
Con un total de 42 habitaciones --cada una equipada con un completo equipamiento formado por una pantalla de alta definición, auriculares, videoconsolas y sistemas de streaming--, puede alojar a 107 personas. Los precios de sus estancias oscilan entre 75 euros y 350 euros por noche. Por ahora, esta experiencia friki solo se puede disfrutar en los Países Bajos.