Caixabank se anotó un beneficio de 514 millones de euros en el primer trimestre, en cuyas cuentas aún no aparece el impacto de la actividad de Bankia, dado que la fusión entre ambas se formalizó ya en los últimos días del periodo. No obstante, la cifra supone multiplicar por 5,7 el resultado obtenido por la entidad en el mismo periodo de 2020.
El nuevo Caixabank sí ha registrado en cambio el impacto extraordinario de la integración en los resultados contables, lo que ha arrojado un beneficio atribuido de 4.786 millones de euros, producto fundamentalmente de la anotación de un fondo de comercio negativo (conocido como ’badwill’ en términos financieros) de 4.300 millones de euros.
Apunte contable
El apunte contable llega como consecuencia de que la adquisición de Bankia por parte de Caixabank se produjo por debajo del valor en libros de la primera, debido a su reducida cotización bursátil en el momento de acordar la operación y fijar el canje de acciones.
En concreto, Caixbank señala que el fondo de comercio negativo se genera tras descontar del patrimonio neto de Bankia (esto es, su valor en libros), valorado en 13.088 millones, el precio de la adquisición (5.314 millones) y una serie de ajustes contables derivados de actualizar a valor razonable algunos activos y pasivos.
"No es un tesoro a disponer"
En su día, el consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, aclaró que el fondo de comercio negativo es un apunte contable y no supone como tal ingreso en caja alguno para la entidad. Explícitamente, el ejecutivo señaló que “no se trata de un tesoro del que podamos disponer”.
De hecho, la muy positiva evolución que registró la cotización de Bankia desde el anuncio de la fusión hasta su último día de cotización (el pasado 26 de marzo, cuando la fusión quedó anotada en el Registro Mercantil de Valencia) ha reducido de manera notable el ‘badwill’ de la operación, que los analistas llegaron a situar por encima de los 7.000 millones de euros.
580 millones 'proforma'
En términos proforma, es decir, producto de agregar las cuentas de Caixabank y Bankia, el beneficio ascendería a 580 millones de euros, algo más de tres veces superior a la suma del registrado por ambas en el primer trimestre del año anterior.
Los resultados de Caixabank reflejan un menor impacto de las provisiones, consecuencia de las anotadas hasta marzo de 2020 por la pandemia. Sus ingresos core se elevaron un 1%, hasta 2.066 millones. La entidad compensó el descenso del 0,7% en el margen de intereses, producto de los nuevos descensos de tipos, con el incremento tanto de las comisiones (0,2%) como de los ingresos asociados al negocio asegurador.
Rentabilidad del 8%
Por su parte, el margen bruto ascendió a 2.063 millones de euros, un 4% más como consecuencia de la mejora de los resultados por operaciones financieras.
Sin tener en cuenta los gastos extraordinarios asociados a la integración de Bankia, cifrados en 40 millones de euros en el trimestre, la rentabilidad por activos de Caixabank (ROTE) se situó en el 8%, mientras que la ratio de eficiencia fue del 53,5%.
Morosidad estable
En cuanto a la solvencia, la ratio CET1 fully loaded al cierre del primer trimestre es del 14,1%, con una generación orgánica de capital de 30 puntos básicos en el primer trimestre. El impacto de la fusión con Bankia en este capítulo ha tenido un efecto extraordinario positivo de 77 puntos básicos, compensado por uno negativo de 89 puntos básicos por la asignación del precio pagado.
La morosidad de Caixabank se sitúa en el 3,6%, tres décimas menos si se descuenta el impacto de la fusión, con una ratio de cobertura del 67%.