El grupo Puig cerró 2020 con unas pérdidas de 72 millones de euros y registró el peor ejercicio de su historia. "Ha sido el peor año de la historia de la compañía", ha declarado Marc Puig, consejero delegado de la empresa familiar de perfumería y cosmética. De hecho, se trata de la primera vez que la multinacional entra en números rojos.
La compañía ha atribuido el descalabro económico al efecto de las restricciones sobre el consumo y el ocio provocadas por el Covid-19. El año pasado la facturación de Puig se redujo el 24% al pasar de 2.029 millones de euros a 1.537 millones en términos interanuales. Sin el efecto amortiguador de la adquisición de la marca Charlotte Tilbury, la caída sería del 32%.
Impacto del Covid-19
Por otro lado, el ebitda (resultado bruto de explotación) se mantuvo positivo con 93 millones, aunque registró un notable descenso si se lo compara con los 333 millones de 2019. El directivo ha destacado que la evolución de este indicador "demuestra que la empresa continúa generando caja" a pesar del impacto de la pandemia.
"Cuando no hay ocasiones de ocio, hay una reducción significativa de consumo de perfumería, cosmética de color y vestidos de fiesta, que son la principal actividad de nuestro grupo", ha manifestado el ejecutivo. Además, Puig también se resintió del descenso en el tráfico de pasajeros y el cierre de gran parte de las tiendas duty free, que provocó un derrumbe del 71% en el negocio de travel retail.
Crecimiento quebrado
La compañía cree que no logrará volver a beneficios hasta dentro de "dos o tres años", aunque confía en el empuje del mercado chino --133 millones en facturación, un retroceso interanual del 16%-- y en la adquisición en junio del año pasado de la prestigiosa marca británica Charlotte Tilbury para recuperar los niveles previos a la crisis sanitaria. En el resto de mercados donde opera las ventas fueron de 191 millones (España), 723 millones (resto de Europa), 233 millones (Norteamérica) y 257 millones (Latinoamérica).
Para el grupo, la nota más positiva se encuentra en el ascenso del e-commerce durante el confinamiento, sobre todo en la categoría de fragancias. En 2020, el comercio digital representó el 28% de la facturación de perfumes.
Nueva estructura
Pese a los malos resultados, Puig ha desvelado que prevé doblar su cifra de negocio en tres años y triplicarla en cinco hasta alcanzar una facturación total de 4.500 millones de euros. En 2025, el objetivo es lograr 1.000 millones en facturación en sus marcas principales, 500 millones en las de alcance medio y, en las más pequeñas, obtener entre 100 y 300 millones.
Para acometer estas metas, la compañía ha diseñado una nueva estructura basada en tres divisiones de negocio: Beauty and Fashion (que incorpora las fragancias icónicas de la casa), Charlotte Tilbury y Derma (unidad de cuidado de la piel que integra Apivita, Uriage y la participación en Isdin a través del hólding familiar Exea).
Recuerdo a Mariano Puig
Tras consolidar estos cambios, Puig espera pasar del 7% al 25% de cuota de negocio en Asia dentro de cinco años. También prevé impulsar el canal online para que en 2025 constituya el 30% de ingresos de la marca.
Durante su intervención, Marc Puig ha agradecido los mensajes de reconocimiento a su padre, Mariano Puig, fundador de la multinacional y recientemente fallecido a los 93 años.